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DESDE LA CORNISA

El puto amo

En estos últimos días, Pedro Sánchez ha ejercido como tal, sin ambages, por si cabía alguna duda

Silvia Tubio

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No hay mejor manera de definir la política actual española que la burda definición que soltó en mitad del fervor mitinero el ministro tuitero, Óscar Puente, cuando se refirió al presidente del Gobierno como el «puto amo». Deliciosa y elaborada metáfora, sí señor... Pues en ... estos últimos días, Pedro Sánchez ha ejercido como tal, sin ambages, por si cabía alguna duda. Le ha mostrado al respetable, sin maquillaje alguno, que es el amo y señor de su partido, sobre el que tiene un control absoluto tras años de limpieza sistemática de voces críticas. Sánchez, que sólo alcanza a pedir perdón sin asumir responsabilidades, se ha ido rodeando sólo de palmeros que le calientan el oído, despreciando a quien pudiera llevarle la contraria, advirtiéndole de los desmanes que se cocían en su casa. Por eso, cuando el presidente insiste una y otra vez en su defensa numantina de que no sabía lo que ocurría en su entorno profesional más próximo, el propio argumento se vuelve en su contra porque pudo ser su errático criterio de anteponer el servilismo a la valía, lo que ha llevado al Partido Socialista a la actual situación de bochorno histórico. No hay peor jefe o líder que quien sólo se escucha a si mismo. Y el presidente del Gobierno no deja de hacerlo en el momento más complicado de su mandato.

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