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LA ALBERCA

El quite de Robles

Presentará a Ildefonso Falcones en el pregón taurino con una tanda faraónica y su media

Francisco Robles tiene que subirse al atril del Maestranza para dar un pregón ABC
Alberto García Reyes

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Pregonar los toros en Sevilla es como hablar de Dios en el Vaticano. Por eso los maestrantes eligen siempre con mucho tacto a quien va a anunciar la Fiesta cada año: porque, más allá de los gustos personales de cada cual, ese atril es la ... ventana de los apartamentos papales de la tauromaquia. No está abierta sólo para los que creen, sino, sobre todo, para los distantes, los agnósticos y los enemigos. Por eso hay que celebrar que el próximo Domingo de Resurrección se asome a ese alféizar Ildefonso Falcones. Un escritor eximio de Barcelona, donde los toros están prohibidos. El último evento que se ha celebrado en aquel coso que la alcaldesa Colau quiere convertir en un «espacio deportivo y de respeto a los animales» es una concentración de «food trucks». Ignoro si alguna de estas camionetas de comida ambulante ponía cola de toro o lomo alto de novillo. Lo que sí sé es que el populismo le echa pienso compuesto a los borregos. Y que en Cataluña se ha producido un proceso de selección ideológica que ha descartado a quienes no comen de la mano del poder. Ha apartado a muchos de sus mejores estandartes: de Serrat a Eduardo Mendoza, de Isabel Coixet a Falcones, autor, por cierto, de una de las novelas más importantes que se han ambientado en Barcelona jamás, «La catedral del mar». Que la Maestranza le haya dado ese atril es, por tanto, un triunfo anticipado: la palabra es para un maestro de la literatura que defiende la Fiesta en territorio hostil. Pero aún hay otro dato crucial en la designación que no debe pasar desapercibido: lo va a presentar Paco Robles.

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