EL RECUADRO

El millón y los gorrones

Nadie ha calculado cuántos gorrones hay en el famoso millón de asistentes al Rocío. El porcentaje oficial de gorrones

Salida procesional de la Virgen del Rocío ALBERTO DIAZ

19/05/2018 a las 19:17h.

Ya han llegado las hermandades filiales al Rocío. Por los caminos de siempre: por el Coto, la Raya Real o el Camino de Moguer. Pero con más gente que nunca y con mayor protección y asistencia que pensarse pudo, en lo que hay que elogiar ... la tarea de la Guardia Civil, que antes era una pareja de tricornios con funda caminera a caballo junto a las carretas del Simpecado y ahora todo un operativo de seguridad comparable sólo, dicen, a la Operación Paso del Estrecho. Ya saben, cuando los árabes están en sus yates en el Puerto Banús de Marbella y los moros vienen camino de su pueblo desde Bélgica, en un Peugeot de segunda mano, con la baca cargada hasta las trancas, siempre con una bicicleta y una escalera, y llevando dentro, apretujadísimos, a toda la familia y a la suegra gorda de chilaba.

Ya está El Rocío en todo lo suyo, y ya fue vedado a la circulación de automóviles y cobrar aparcamientos se ha dicho. Ya están allí todos los que tienen que estar, o van a llegar de un momento a otro, después que se hayan pasado los dos últimos fines de semana arreglando la casa, pensando en todos los que vienen con ellos, en su organización, o los que se les van a entrar por esas puertas. Y aquí es donde quería llegar.

—¿A la calle Moguer?

Si la calle Moguer es ya un Parque Temático de tiendas de recuerdos rocieros, en plan Barrio de Santa Cruz, hijo, pero a costa de la Blanca Paloma... Que digo que quería llegar a los que este fin de semana irán al Rocío. Que llegarán, como siempre, al famosísimo millón. ¡Qué puntería! En El Rocío siempre dicen que hay un millón de personas: ni uno más, ni uno menos. ¿Quién los cuenta? ¡Ah! Milagros de la marisma. Nadie ha puesto nunca en duda el famoso millón del Rocío, no pasa como con las manifestaciones. Si le aplicáramos al aforamiento de personas en El Rocío los miramientos de las manifestaciones, tendríamos que decir: «Hay un millón de personas según los propios devotos rocieros; quinientas mil según la Delegación del Gobierno; trescientas mil según la Policía Municipal; y millón y medio según uno de la Hermandad Matriz que es más rociero que Anita Valladolid, que Muñoz y Pabón y que la hermana del Cardenal Almaraz juntos».

Que cada cual se quede con la cifra que quiera. Con el millón de la tradición mismo, vamos a mantenerla como se conservan las carretas de bueyes. Pero debemos afinar más y tratar de calcular científicamente, por ejemplo, el IGR: el Índice de Gorrones en El Rocío. Que nunca se ha sacado. Sólo el Lunes de Pentecostés se suele comentar si este año ha habido más gente o menos gente. Pero nadie ha calculado cuántos gorrones hay en el famoso millón de asistentes al Rocío. El porcentaje oficial de gorrones. ¿Sabe cuántos creo yo que hay? Tela. Pero tela marinera. De sus diversas clases y categorías: el gorrón que se agrega a una organización para hacer el camino de gañote; el gorrón de «pará en el camino»; el gorrón que se te mete por las puertas en tu casa sin que lo hayas invitado y, encima, coge el tío el mejor sitio en la mejor litera del mejor cuarto. Y sin poner un euro. Y sin llevar absolutamente nada para colaborar en el costo, si acaso unas tortas de Castilleja. ¿Cómo logra el gorrón de Rocío meterse en tu casa con toda la cara y apalancarse allí hasta el lunes por la mañana? Ah, y a veces hasta llevando a sus propios invitados:

—Mira, este es un primo mío que viene con la hermandad de Huelva, que no veas lo bien que canta fandangos y le he dicho que se venga a comer con nosotros. ¿A ti no te importa, no?

Y si te importa, te fastidias, y ¡viva la Virgen del Rocío! Por eso animo a los responsables del loable Plan Romero que a ver si este año, en sus conteos de asistencia, nos dan la cifra exacta del IGR: del Índice de Gorrones en El Rocío. Yo no digo que todos los que van al Rocío sean unos gorrones, pero sí afirmo solemnemente que todos los gorrones están en El Rocío. ¡Y en los mejores cuartos de cada casa!