EL RECUADRO

Más de doscientos paseíllos

Es como si Curro hubiera ido andando desde Sevilla a Alcalá liado en el capote de paseo, con Tejera tocando «Plaza de la Maestranza»

Curro Romero es el diestro que más ha toreado en la Maestranza EFE

09/12/2017 a las 18:59h.

Los chavales han puesto de moda un verbo que, aunque galicismo, a más nuestro no puede sonar, incluso a germanía de los pícaros del Patio de Monipodio: «rular». Lo aplican a las frases y dibujos que andan rodando con éxito por Internet y las redes ... sociales. Punto en el que les vuelvo a razonar mis dudas sobre lo que rula por las redes. En Internet la mentira merece el mismo lugar y relevancia que la verdad; y las noticias falsas, a veces, se difunden con mayor rapidez y eco que las auténticas. Hago este precautorio exordio porque anda rulando por las redes una más que curiosa estadística taurina: «Matadores que han actuado en la Maestranza de Sevilla desde 1900». Aunque no señala la fuente, la tomo por veraz porque me llega avalada por Ignacio Sánchez-Mejías, el gran aficionado y mejor crítico con tanto criterio en sus apuntes del abono sevillano para ABC.

La estadística es como una clasificación futbolística, que ordena a los toreros por actuaciones en Sevilla desde su debú como matadores de alternativa. Sin más preámbulo, y aunque sé lo que le pasa al que la copia, transcribo esa estadística, porque tiene un ver y un comentar. Las fechas que van entre paréntesis corresponden al debú en Sevilla como matador de toros, y el número final, al de actuaciones totales en El Baratillo. Esta es la tal lista que rula:

1. Curro Romero (19.04.1959), 181.

2. Rafael Gómez «El Gallo», (29.09. 1902), 79.

3. Manuel Jiménez «Chicuelo» (28.09. 1919), 76.

REJ. Ángel Peralta (01.05.1949), 59.

4. Ricardo Torres «Bombita» (15.04.1900), 56.

5. Juan A. Ruiz «Espartaco» (19.04.1980), 55.

6. Manolo Cortés (15.04.1969), 54.

7. José Antonio Campuzano (29.04.1973), 53.

8. Juan Belmonte (12.04.1914), 52.

9. Pepe Luis Vázquez (29.09.1940), 51

REJ. Rafael Peralta (17.04.1960), 47.

10. Emilio Muñoz (22.04.1979), 44.

11. Manolo Vázquez (06.10.1951), 41.

12. Manuel Ruiz «Manili» (24.04.1976), 41.

13. José Gómez «Gallito» (28.09.1912), 40.

14. Antonio Ordóñez (29.09.1951), 40.

15. Rafael de Paula (12.10.1966), 40.

En la estadística asombra el número de actuaciones de Curro Romero en Sevilla: 181. Con razón Romero es la esencia del Toreo según Sevilla. Si echan las cuentas de la Vieja del Candilejo, El Faraón ha toreado en El Arenal más del doble de veces que otro mito de Sevilla: Rafael el Gallo. Pero es que no son sólo 181 los paseíllos que ha hecho Romero en Sevilla. Son muchísimos más. La estadística se refiere a las actuaciones de los diestros ya como matadores de toros. De ahí que se consigne el debú de Romero en 1959, que fue como matador de toros, tras su alternativa en Valencia. Su debú como novillero fue con «Radiador» de Benítez Cubero, el 26 de mayo de 1957. Sorprendido por esos 181 paseíllos de la estadística, se lo he comentado al propio Romero. Y he tenido el honor de escuchar de sus labios: «Esas pueden ser las actuaciones como matador de toros, 181. Pero si les sumamos las que he tenido como novillero y en los festivales benéficos, yo creo que habré hecho en Sevilla más de los doscientos paseíllos, sí, más de doscientos». ¿Usted sabe lo que es hacer en Sevilla más de doscientos paseíllos? El ruedo de Sevilla, que no es una circunferencia perfecta, sino poligonal, tiene 63 metros en su parte más extensa y 58 en la menos. Como el paseo de las cuadrillas se hace dibujando como un ángulo obtuso al llegar a la boca de riego, y no es todo en línea recta, vamos a poner que en cada paseíllo los toreros recorren 70 metros. Multipliquen 200 paseíllos al menos por 70 metros. Son más de catorce kilómetros. Como en las estadísticas comparativas que tanto gustan a los americanos, es como si Curro Romero hubiera ido andando desde Sevilla a Alcalá de los Panaderos liado en el capote de paseo, con Tejera tocando «Plaza de la Maestranza». Si había quien sólo por verlo hacer el paseíllo era capaz de dar dinero, ni te cuento si ese garbo en el andar hubiese llegado a Alcalá. Que a lo largo de la Historia llegó no digo yo a Alcalá, sino a la gloria misma del Toreo según Sevilla. Y Sanseacabó.