Más allá de Abengoa

Por el camino ha habido un golpe de suerte, ya que los precios del etanol se han disparado (lo que ha revalorizado este negocio), pero esta noticia reafirma que la «masa empresarial» que ha sobrevivido a Abengoa es espectacular. Ahí está Atlantica Yield, la firma cotizada estadounidense que se quedó con todas la plantas termosolares, cuyos ingresos superan los 840 millones de euros (y cuyo equipo directivo está en parte en la Isla de la Cartuja). En Sevilla está ubicada una de las principales sedes de la compañía francesa Schneider Electric en España gracias a la venta de Telvent. Befesa (que se traspasó en 2013) cotiza en Frankfurt y logra unos ingresos superiores a los 700 millones de euros (con el mismo equipo directivo que en su etapa de Abengoa). Y las instalaciones de Inabensa en el Puerto de Sevilla han servido para reforzar una firma como Cen Solutions (líder en producción de cuadros eléctricos).

También pervive mucho talento: grandes empresas andaluzas han incorporado a curtidos profesionales de Abengoa, como Prodiel (que los fichó por decenas), Inerco o Iturri. Y han surgido decenas de nuevas compañías vinculadas a antiguos directivos de la firma, desde promotores solares como Solarbay a «startups» de inteligencia artificial como EC2CE.

¿Qué queda todavía dentro de Abengoa con proyección de futuro? La situación actual es inédita: un porcentaje mayoritario de accionistas (66%) se ha rebelado contra el plan dictado por un consejo en el que mandan los acreedores (lo cual se explica porque en el primer rescate los bancos tomaron la mayoría del capital, formaron el consejo y vendieron posteriormente sus títulos sin prever que los nuevos dueños podían organizarse y rebelarse en bloque). Abengoa mantiene 2.600 empleos en España, de los cuales 1.900 permanecen en Sevilla. La joya de la corona es la filial Abengoa Water, que construye plantas de desalación de agua (un mercado en expansión y con poca competencia); y en el sector de la energía le queda un equipo cualificado de construcción de líneas de alta tensión. Ahora es muy difícil predecir bajo qué fórmulas y con qué accionistas podrán pervivir los negocios que aún son rentables, aunque de una forma u otra las filiales viables acabarán saliendo a flote. Si accionistas y acreedores no logran un acuerdo para preservar el valor que aún quede en Abengoa, serán otros los que se beneficien del mismo en el futuro... Y si no que se lo pregunten a Triatlantic y a las denostadas plantas de biofuel.