Hacer un Lopetegui

Hacer un Lopetegui es pasarte por el arco del triunfo tu contrato de trabajo, aunque esté recién firmado, y dejar a la empresa que te paga con un palmo de narices. Hacer un Lopetegui es carecer de palabra y preferir ser un traidor con muchísimo dinero antes que un profesional íntegro con mucho dinero. Hacer un Lopetegui es abandonar la nave con nocturnidad y alevosía dos noches antes de la primera batalla, trasladándole a tus soldados no una arenga para que luchen con coraje en buena lid, sino el mensaje de que aquella guerra ya no va contigo. Hacer un Lopetegui es que no te importe proyectar la sombra de la duda sobre todo tu trabajo , de forma que nadie sepa a ciencia cierta si has tomado las decisiones con objetividad o atendiendo los intereses del que va a ser tu próximo patrón. Hacer un Lopetegui es que te importe un pimiento tu país (considerando que para Lopetegui España sea su país). Hacer un Lopetegui es escuchar la voz del poderoso antes que la de millones de aficionados. Hacer un Lopetegui es decirle a los aficionados que la bandera de su país vale mucho menos que la de un club. Hacer un Lopetegui es tararear el «Money, money, money» de Liza Minnelli mientras suena el himno nacional. Hacer un Lopetegui es defender que todo el mundo tiene un precio. Hacer un Lopetegui es perder toda la credibilidad delante de tus subordinados sin que se altere un ápice tu sonrisa bobalicona. Hacer unLopetegui es decir Diego donde dijiste digo . Hacer un Lopetegui es preferir ser de unos pocos antes que de todos. Hacer un Lopetegui es revelar a millones de niños que los Reyes Magos son Florentino. Hacer un Lopetegui es preferir ser galáctico antes que pisar la tierra . Hacer un Lopetegui es cambiar de caballo a mitad de la carrera. Hacer un Lopetegui es demostrar que el fútbol no es un deporte de equipo, sino un conglomerado de egoismos en el que el interés personal siempre se antepone al proyecto colectivo. Hacer un Lopetegui es demostrar que la palabra más difícil de pronunciar es no, y que para articularla se necesitan unas dosis de valentía y coherencia que no todo el mundo tiene. Hacer un Lopetegui es perder la credibilidad delante de tus compañeros y dar pie a que cualquiera de ellos pueda ponerte la cara colorada en el primer momento de tensión que se genere en la convivencia laboral. Es renunciar a un proyecto nacional por un proyecto privado. Es preferir la Champions League a la Copa del Mundo. Es cambiar los anales de la historia por la memoria de un ejercicio contable. Es ande yo caliente y ríase la gente. Es hacerte la moción de censura a ti mismo. Pero sobre todo, sobre todo, hacer un Lopetegui es demostrar tener muy poca vergüenza .