Mucho más que un programa
La cancelación de Al Sur es una noticia nefasta
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Iniciar sesiónCRITICAR Canal Sur ha sido casi un deporte para la gente de mi generación. Cuando el tema de tertulia era la tele, siempre acababan saliendo a la palestra los programas de copla, las sobremesas geriátricas de Juan y Medio, el folclorismo apulgarado de las galas ... de sábado noche y, en fin, todo ese tinglado estético que tristemente ha constituido la principal seña de identidad de la televisión pública de nuestra comunidad, y por extensión de la imagen audiovisual proyectada por Andalucía en las últimas décadas. En tales casos yo siempre rebatía las críticas poniendo el ejemplo del programa Al Sur. El espacio creado en 1995 por el recordado José María Bernáldez no parecía, de hecho, un programa andaluz, sino, no sé, de la BBC. Un formato cuidadísimo, elaborado con gran gusto, con un tratamiento de las piezas moderno, que ponía siempre el foco en artistas y proyectos culturales muy alejados de lo manido.
En los últimos años, ver Al Sur se había convertido en una maniobra más difícil que seguir en directo la NBA; las horas de emisión eran descabelladas. Eso y los cambios constantes en la parrilla hablaban a las claras de hasta qué punto se había vuelto un programa incómodo, pero no porque resultara amenazador o peligroso, sino más bien por lo contrario: era absolutamente prescindible, insignificante, casi invisible.
Pero si existía algo verdaderamente moderno en Canal Sur, eso era Al Sur. Aunque paradójicamente llevara casi treinta años emitiéndose. Tal era su compromiso con la cultura, entendida como eso que, según escribiera Rafael Chirbes, es lo que permite que el hombre levante la mirada del suelo y descubra el horizonte. Una cultura que no se puede confundir con producción de contenido, sino que es más bien un apetito insaciable por descubrir, proponer, cuestionar. A lo largo de tres décadas, ese programa ha logrado construir el relato de la Andalucía creativa más talentosa, demostrando que además del patrimonio histórico-artístico de nuestras ciudades existe también un patrimonio en construcción, el de los andaluces abriendo nuevos caminos.
La cancelación de Al Sur es una noticia nefasta. No hablamos sólo de clausurar un espacio de difusión cultural. Es también la interrupción de una labor esencial de construcción de una identidad de Andalucía al margen de los tópicos folclóricos y el dibujo de trazo grueso que tristemente han conseguido imponer de nuestra tierra, muchas veces, además, incomprensiblemente, desde dentro, por parte del propio Canal Sur.
Al Sur me representaba. Su mirada moderna de Andalucía, su compromiso con las nuevas voces, la asunción de que, si existe algo parecido a una esencia andaluza, ésta radica en la originalidad y singularidad de su fuerza expresiva, que es mucho más que faralaes, marismas y chachas chistosas. Me temo que con esta cancelación perdemos mucho más que un programa.
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