Suscríbete a
ABC Premium

LA TRIBU

Dos manos

De pronto, cuando menos podía esperarlo, Jimy se ha encontrado no sólo entre dos patrias, sino entre dos manos

Antonio García Barbeito

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Cuando salimos del sitio de origen y quedamos instalados en otro lugar, no pasamos de una patria a otra, sino que pasamos a vivir entre dos patrias. Una patria, la del origen, está siempre ahí, recordándonos el principio, los principios, los asombros, las experiencias que, ... sin que fuésemos conscientes, iban marcándonos, conformándonos, haciéndonos. La otra patria, la de residencia, es, antes que nada, una extrañeza, algo muy ajeno que nunca pensamos que alguna vez sentiremos nuestro, porque el hombre camina y trata de hacerlo por las calles de su primera patria; busca, sin saberlo, sitios que en el nuevo lugar no hay. ¿No te acuerdas de cuando, recién ido de tu patria de origen, salías al campo con la querencia del río, de la vega, y volvías con unas de las primeras tristezas, la tristeza de haber perdido un paisaje, también humano, porque ¿dónde los nombres de tu anterior diario?

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia