EL RECUADRO
Pelearse por pagar
Hay unas TPV completamente antisevillanas que dan por descontado que se paga a escote
Hay una vieja costumbre sevillana que no han tenido en cuenta a la hora de diseñar los túneles de la SE-40: pelearse por pagar. Hablo de los restaurantes y bares. El sevillano tiene a menos que lo conviden y se empeña en mostrar su ... esplendidez a la hora de pagar. Sobre todo en los bares. Como llevamos en la masa de la sangre mucha más Roma clásica de la que creemos, pienso que el sevillano tiene un sentimiento de la realidad con principios del Derecho Romano. Se ve en los bares, donde el sevillano le pide siempre al camarero, en las disputas generosas por ver quién paga, que aplique estos preceptos que tiene tan claros: «A este señor no le vayas a cobrar, porque no es de este barrio». ¿Es el principio del «ius loci», del «derecho del suelo»? El que está en su barrio se cree con mayor derecho que el que viene de otro y coincide con él en la barra del bar a la hora de pagar el cafelito o la cerveza. Es como en la bulla de las cofradías (y quizá me arriesgue en cuestiones jurídicas en las que soy inexperto), pero me parece que se aplica el principio de «prior in tempore, potior in iure» («primero en el tiempo, mejor en el Derecho»), cuando la señora que está sentada en su sillita de los chinos te suelta, si te pones delante de ella para ver el paso: «Eh, que estamos aquí desde las 3 de la tarde para que ahora venga usted y se nos ponga delante por su bella cara». Y te tienes que ir, claro, como si te hubieran pegado con el Código de Justiniano en toda la boca.
Si el sevillano fue el que convocó a almorzar a unos amigos, considera casi una ofensa que alguno de ellos intente pagar: «Que ha sido a mí a quien se le ha ocurrido la idea de que vengamos a comer y, además, he sido yo quien ha reservado». Eso, si no le dice al metre lo clásico: «No le vaya usted a cobrar a ninguno de estos señores, porque no son de aquí». El «ius loci» otra vez. Y los que no son de aquí proponen a veces una idea que consideramos casi como un insulto: «Pues vamos a pagar a escote, entre todos». Peor. Es poner en duda la generosidad y esplendidez del sevillano. Aunque algunos citen como autoridad la frase que se atribuye a Pepe Luis Vázquez: «Mejor tres heridos que un muerto».
Eso deben de pensar los diseñadores de algunas TPV por las que se paga con la tarjeta de crédito. Ya saben qué es la TPV: la Terminal del Punto de Venta que el metre te trae a la mesa para que pases la tarjeta. La que sustituye digitalmente a las primitivas «bacaladeras» por las que se pasaban sobre un papel de calco las primeras tarjetas de crédito. La TPV es una garantía, porque antes entregabas tu tarjeta y no sabías qué hacían con ella antes de que te la trajeran a la firma, qué se podían comprar con ella, timándote. Pero hay unas TPV completamente antisevillanas que dan por descontado que se paga a escote, que imprimen la Factura Simplificada que has de firmar y al final pone: «Total por comensal». O sea, una TPV que le quiere quitar al «muerto» su esplendidez y repartir la factura entre los «heridos». No pienso mal, pero creo, como usted, que estas TPV para pagar a escote las fabrican en Cataluña. Seguro. De aquí no son.
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