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EL RECUADRO

Evocación de La Raza

¿Quién no quedó a almorzar en La Raza para esperar que llegara La Paz por el Parque?

Antonio Burgos

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Ojalá el Ayuntamiento tuviera con el cuidado, conservación y protección del Parque, objetivo habitual de abandono y de ataques de vandalismo, el mismo celo que ha demostrado con la revisión de las concesiones administrativas de los simpáticos bares y restaurantes de su recinto, con tanto ... sabor de época, todos los cuales van a cambiar al tener que dejarlos sus antiguos hosteleros. En los restaurantes y bares del Parque, todo ha cambiado. El Bar Citröen, cerrado durante un tiempo, pasará a otra empresa y dejará de ser aquel simpático bar sin pretensiones que en la Exposición de 1929 había sido pabellón de esa marca francesa de automóviles. También cambia de dueño y quizá de orientación comercial El Líbano, el romántico bar que antaño se convertía en una especie de parrilla veraniega, con música en vivo en un tablao que formaban las esculturas de las antiguas Delicias de Arjona y donde cantaron Machín o José Luis y Su Guitarra. Y es raro que no haya salido a concurso el antiguo Bar Manolo, que luego fue Luna Park y que alquiló Jesús Quintero para derribarlo y levantar a su costa sobre suelo municipal un capricho de arquitectura y de hostelería llamado Montpensier, en el que se gastó un dineral, ahora lamentablemente en ruina, abandono y saqueo.

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