DE RABIA Y MIEL

Pedro, date cuenta

Si te humillaron de pie, cómo no te iban a humillar de rodillas. Ese será tu irónico epitafio, Comandante Sánchez

Valgámonos del lema: amigo, Pedro, date cuenta. Esto solo puede ir a peor. Ya está bueno lo malo, c'est fini. No hay más trucos en tu chistera raída, más bazas estúpidas en tus mangas verdes. No hay piruetas imposibles ni colchonetas en las que ... caer de pie. No hay errores no forzados de la oposición turuleca que te saquen de esta, no hay más pactos con ese diablo que has conseguido que recele de ti. No hay inventadas menudas, ni comidas de tarro, ni coreografías sincronizadas que frenen la sangría de devotos. No hay suficientes tertulianas chabacanas que puedan gritar la narrativa de la morralla que diseñáis. Se le está acabando la pista a tu Falcon mental y por mucho que te empeñes en escenificar que sigues despegando, las turbulencias anuncian un aterrizaje forzoso. Colisión, accidente, supervivencia, canibalismo.

No hay más salida de este callejón que la agonía, que es el pasadizo que te llevará a tu cadalso. Te aborrece hasta la mentira, dolida porque ya no la mimas, porque tus circunstancias han roto vuestro idilio. No, Pedro, no hay fogones demoscópicos que consigan tapar este tufo a descomposición de la infame suma que levantaste sobre la nada, esa resta con llevada que solo ha multiplicado tu ruina y ha dividido al país. No, camarada, no hay Tezanos ni Redondos que adecenten y maquillen este barrizal. Porque sobre el barro no se pinta, porque el barro mancha y tú te has puesto perdido. No hay creatividad capaz de retorcer el indigerible banquete de hechos y escándalos.

Cada día que pasas sin poner las urnas acrecientas la crueldad de tu fin. Para qué esta prórroga si no hay balón con el que lanzar los penaltis. Para qué castrar el futuro si tu pasado te adelanta por la izquierda y por la derecha. De nada sirve convocar como tu tocayo el de la fábula a ese lobo sin colmillos que tanto has manoseado. Eres parte de él, has acampado en su boca. Tampoco puedes revestirte de Ché, pasó el tren de esa trola. Debaten la comedia y el asco al verte arrastrarte detrás de aquel prófugo, que tiene de progresista lo que Salazar de feminista. Lo explicó Page el otro día; si te humillaron de pie, cómo no te iban a humillar de rodillas. Ese será tu irónico epitafio, Comandante Sánchez.

No tratas ni de edulcorar la desesperación. Explotó incontrolable la hipocresía. Te persigue el feminismo de burdel, bragueta, pulsera y encubrimiento. La lucha anticorrupción de las chistorras, las lechugas y los soles. De los secretarios de organización, la fontanera, el Fiscal y la parentela. Sí, seguramente en tu delirio postrero invocarás golpes y persecuciones, pero ese comodín tiene ya desencantado hasta a los fanáticos. Extraviaste la convicción, y pronto, muy pronto, te negarán, Pedro, como tú has negado conocer a esa piedra sobre la que edificaste la Iglesia de la mediocridad y el desatino. En nada, jurarán que no exististe.

Artículo solo para suscriptores
Tu suscripción al mejor periodismo
Bienal
Dos años por 19,99€
220€ 19,99€ Después de 1 año, 110€/año
Mensual
3 meses por 1€/mes
10'99€ 1€ Después de 3 meses, 10,99€/mes

Renovación a precio de tarifa vigente | Cancela cuando quieras

Ver comentarios