A cumplir, alcalde

Sorteada ya la abyecta e inútil pinza de Vox y PSOE, que deberían explicarnos un día de estos para qué ha servido todo este monumento al fantochismo y el bloqueo, ya no caben más excusas ni pretextos, es la hora de gobernar en mayúsculas. Después de un año al trantrán, haciendo nervios en la cámara de llamadas, no hay tiempo que perder.

Ahora toca, señor Sanz, demostrar que no es fachada esa percha de gestor, que la solvencia que acreditó en Tomares es trasladable a aquí, que ese sueño y ese proyecto que nos dijo que tenía se convierta en una realidad tangible. Ahora, alcalde, gestionando el presupuesto más grande que nuestra tierra ha conocido, es el momento de la verdad. Que cada uno de esos 1.032 millones de euros se destine a mejorar y transformar una urbe que, además de mirar al futuro, sepa cuidar sus entrañas y conservar su pasado y su presente, su historia y su encanto, sus calles y su gente.

Que se trabaje sin populismos, pero sin medias tintas, en domesticar a esa fiera en la que se ha convertido el turismo antes de que nos engulla, que Lipasam funcione, que las calles, los edificios, los parques y las avenidas de todas las barriadas estén a la altura de este paraíso que tiene la suerte de liderar. Ahora hay que exigir ante la Consejería de Fomento y el Gobierno Central esas deudas históricas en materia de comunicaciones, sin siglas, con contundencia. Que no dejemos de ser un sitio donde crecer y morir, donde vivir sea un regalo que no pueda aguar la política. Y lo más importante es que recuerde que gobierna para todos, para los que le votaron y los que no. Desde Rochelambert hasta Los Remedios, desde El Porvenir a la Macarena, desde la Pila del Pato a Hytasa, pasando por el Tiro de Línea y el Polígono.

Hoy, en este agosto ardiente y desértico, en el impasse de las dos travesías, es el momento de volver a grabar a fuego sus promesas y apelar a la responsabilidad de su bastón de mando. Ahora le toca a usted cumplir, alcalde. A partir de septiembre comienza la etapa de la lupa y el boli. Hay que poner a Sevilla al día.