DE RABIA Y MIEL
El Circo de los Soles
La única novedad es que esta vez mintió con gafas de cerca. Quizás para escenificar que mientras su formación se pudría y su entorno se lucraba, él no vio nada
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónAyer en el Senado, en el marco de la Comisión de Investigación del Caso Koldo, se interrogó al Presidente del Gobierno. Pedro Sánchez, como un Drácula famélico trajeado a las puertas de Halloween, llegó y salió con la estrategia del dientes, dientes, consciente de ... que tenía que cruzar este Rubicón ataviado de una sonrisa impostada y haciendo uso del truco, para sortear las preguntas de la sobreactuada y torpe oposición, y el trato, con el fin de sacar rédito de las bochornosas caricias de complicidad de sus socios. Para seguir con la corrupción del sistema, hay que tapar la corrupción política.
Sánchez volvió a demostrar que le tiene cogida la medida y el pulso a esta sociedad que él se ha ocupado de meter en trincheras. De ahí que la estrategia que desplegó ayer, simple y tosca, pero efectiva, le volviera a servir para no dar ni una sola explicación sobre todos los escándalos que le rodean. Traía de casa bien preparada la argucia en forma de total para los telediarios. La insinuó en el primer envite con la incisiva senadora de UPN, hablando de 'Comisión de difamación' y poniendo en duda la imparcialidad del Presidente de ésta. Pero tenía meridianamente claro que el titular grueso, ese que valdría para que los altavoces de la sincronizada tapasen lo noticioso, se lo tenía que regalar a su compañero de baile predilecto: Vox.
Después de que Ángel Pelayo le hiciera un quite dando un mitin en vez de intentando desnudar la mascarada con preguntas concisas, el líder del Ejecutivo recogió el guante de la retroalimentación y dijo: «Esto es un circo». Pues ya estaría. Ya teníamos anecdotita para que lo mollar se disolviera. Un circo, sí, eso dijo el domador de leones del Congreso, el trapecista del disparate, el adiestrador de la manada de elefantes en su habitación. Eso soltó el líder de los contorsionistas, el malabarista de hechos, el jefe de los tragafuegos y tragasables que aporreaban las mesas para aplaudir. Así ejecutó su número favorito: el del escapismo.
La única novedad es que esta vez mintió con gafas de cerca. Quizás para escenificar que mientras su formación se pudría y su entorno se lucraba, él no vio nada. Nos contó que no sabe cuánto dinero cobró en efectivo de Ferraz. Que no sabe en qué planta está el despacho de la gerente de su partido, tampoco quién es Antxon Alonso. No sabe quiénes son los del Peugeot, ni por qué repitió Ábalos en las listas del 23-J. No sabe qué es Servinabar, ni sabe por qué Carmen Pano se ha autoinculpado ante el Juez al decir que llevaba bolsas con dinero a la sede. No sabe qué hacía Delcy en Barajas, qué pintaba su mujer reuniéndose con el nexo corruptor de la trama ni por qué se rescató a Air Europa. Solo sabe que así le va bien. Que más efectivo que el pan y circo es la división y circo. El circo de los soles, las chistorras, las lechugas y los folios…
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete