El experimento social de la Velada de Ibai
No me avergüenza reconocer que la vi de principio a fin, de igual modo que negar su éxito es quedar en evidencia
SIN tapujos. Reconozco dos cosas —y lo que es peor, no me avergüenzo de ellas—: la primera es que me tragué, de principio a fin, 'La Velada del Año' por decisión propia; la segunda, que en todo momento tuve el teléfono móvil a mano para ... saber qué significaba lo que escuchaba y lo que leía; y para enterarme de a quién estaba viendo. Cringe, tradwife, FOMO, shipeo, hype, tirar hate, ghosting, stalkear, gaslighting, slay, incels, PEC. Abby, RoRo, Pereira7, Viruzz, TheGrefg, Westcol... No son las alineaciones de un partido de pretemporada, no. Hasta el fin de semana (que tuve que tirar del chat juvenil de los compañeros de trabajo), apenas conocía dos o tres de esas palabras/personas. Hoy, tras la consulta (y respectivas mofas recibidas tipo «viejuno») a los amigos de las generaciones millennials/Z, creo que me defendería durante unos cinco minutos en una conversación con estos chavales.
Para ser sinceros, mi primera opción fue beberme una cerveza con amigos el sábado por la noche, pero un fin de semana de finales de julio es sinónimo de estampida hacia la playa. La segunda fue ir a tomarme un helado con la ya no tan pequeña (más bien preadolescente) Lola, una sobrinilla postiza de once años que me despachó rápido: «Me estoy poniendo con mi madre la Velada, quiero ver si gana RoRo». Mi cabeza casi cortocircuita, pero decidí entonces que era necesario realizar este experimento social para conocer los gustos de las nuevas generaciones aprovechando, además, que el evento de Ibai Llanos era en Sevilla.
Y poco puedo criticar. 80.000 personas en un Estadio de la Cartuja lleno. Más de 9 millones de personas conectadas de forma simultánea. Durante las siete horas de emisión, una media por encima de 6 millones de dispositivos, un total de 144 millones de views en directo y 20 millones de espectadores únicos. Un éxito rotundo, negarlo es quedar en evidencia. ¿Me gustaron los combates? Quitando uno, no. Los vi muy descompensados y desde antes de empezar se sabía quién iba a ganar. ¿Me gustaron las actuaciones? Quitando las de Melendi, Los del Río y Aitana, no. Pido poco pero, al menos, que se entienda lo que dicen. Pero nada de esto quita que comprenda que a los jóvenes les gusten otras cosas que para los de mi quinta (41 años) parecen descabelladas. Los tiempos cambian y, aunque a mí no me entre en la cabeza que los chavales prefieran al tal Eladio Carrión en vez de a Loli Durán, la abuela que se fue de la Velá de Triana cantando por Rocío Jurado, hay que respetarlos. Por cierto, no aspiro a otra cosa en la vida: volver de la Feria, con la edad de estas señoras y nuestros andadores. Pipe, Quino, Curro, Ángel, Rafa, Pérez, Juanlu, Anselmo, Costales. Toda la pandilla. Eso sí que me daría FOMO perdérmelo...
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