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Tribuna abierta

Como un arcángel de la gracia

La muerte, que siempre llega, lo ha devuelto, como los mosaicos, como las raíces de la vid, como el agua oculta, a las tripas de su tierra albariza

Lutgardo García

El toreo tiene, como la poesía, mucho de misterio. Y, al igual que a veces valen más los silencios que los discursos, el toreo y el arte son más valiosos cuando pisan los terrenos de lo inefable. En la fugacidad del toreo, como sucede en ... la música, la verdad va siempre unida a algo que se nos escapa, que no podemos apresar, que quizá pudiéramos entenderlo y definirlo, pero que no llegamos a alcanzarlo. Y en ese querer dar alcance está el ansia de infinito del ser humano. Cuando el arte pasa por nuestras vidas nos deja ese «no sé qué que queda balbuciendo» del que se habla en el Cántico Espiritual de San Juan de la Cruz. Este poeta -tal vez el más alto de nuestras letras- fue el que dijo aquello de «la música callada y la soledad sonora», expresiones que gracias a José Bergamín han quedado ya para siempre unidas al toreo de Rafael de Paula.

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