TAL VEZ FELICES
La resistencia de Sr. Chinarro
60 años de éxito, como los Rolling Stones, tienen mérito. 30 de supervivencia son para brindar al cielo
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Iniciar sesiónHa tenido que crecer la hierba en la playa de La Antilla para marcharme hasta la orilla de una canción del Sr. Chinarro: 'Esplendor en la hierba', en la que reverdece cerca del mar. La banda sevillana, tras la que está Antonio Luque desde principios ... de los 90 hasta hoy, tiene más años que este que escribe; no podría ser mi madre, pero sí un hermano mayor. Su último disco, 'Reality show', apareció entre los mejores del 2022 en un sinfín de listas. La historia de Luque es una reflexión sobre el aguante. Un experimento psicosocial que derrocha discos por goteo: casi uno al año. Nunca estuvo de moda, pero sobrevivió a todas. Sus canciones hacen caminar la profundidad en chanclas y rizan rizos que ya se habían rizado, trenzado y pulido para sacar un extraño jugo acusado y grave. Inventó, junto a otros pocos, el indie en España, pero su gesto más subversivo se lo ha reservado para este último tramo: seguir publicando álbumes intensamente cuando ya no se escuchan discos. Incluso presta atención a la letra. Es más, otorga el mayor peso a la lírica. ¡Como si eso fuera importante en un sistema democrático, justo y sin complejos desamores como este que disfrutamos, el muy loco!
Chinarro cabreó a unos seguidores para encandilar a otros en mitad de su trayectoria. Lo hizo abriendo el sonido al arrojar luz sobre las umbrías atmósferas iniciales, que por lo que fuera gustaban a unos pocos, pero menos todavía. Se escapó de las televisiones germinando semillas en festivales y salas. Fue y sigue siendo contracultura y continuidad. Un sevillano en Cataluña al reverso ya hasta de sus propias canciones. Ahora le canta a un mundo inédito para vestirse de contemporaneidad. 60 años de éxito, como los Rolling Stones, tienen mérito. 30 de supervivencia son para alzar una copa hacia el cielo, tumbado sobre la espléndida hierba desde la que él celebra el máximo de sus esplendores: seguir entre estudios y escenarios sin marcharse con su música a otra parte.
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