TRATOS Y CONTRATOS
El legado de José María Piñar Parias
Ha fallecido el cofundador de Elmya, empresa de renovables de referencia en Andalucía
Con su tono siempre bienhumorado, me dijo que su pasión fue ser piloto de rallies. «Como es lógico me obligaron a dejarlo cuando empecé a tener hijos», recordaba con una sonrisa. Si su vocación juvenil era la velocidad, en su faceta empresarial muy pocos emprendedores ... han cocinado un proyecto tan a fuego lento como José María Piñar Parias. Este ingeniero técnico industrial se asoció en 1966 con su compañero Rafael Ramos para fundar una compañía dedicada a fabricar cuadros eléctricos llamada Elmya. En la Sevilla del 'desarrollismo' su primer gran cliente fue la nueva Tabacalera del barrio de Los Remedios; y a partir de ahí crecieron de la mano de la modernización de regadíos y la electrificación de zonas rurales. «Con cada crisis nos fuimos reinventando». En los ochenta Elmya se había convertido en una empresa especializada en realizar las instalaciones eléctricas completas de edificios singulares, y eso le llevó a erigirse ya en los noventa como una empresa de referencia para los promotores de grandes superficies comerciales (con clientes destacados como Mercadona). En aquella época aún tuvo tiempo de presidir Pineda (entre 1990 y 1998), en un mandato en el que amplió el campo de golf a 18 hoyos.
Si su obra empresarial se fraguó en cinco décadas, el salto decisivo se ha dado en cinco años. El nuevo 'boom' de las renovables, un sector en el que Elmya ya tenía experiencia, les llevó a trazar un estrategia para pasar de un negocio de 25 millones de euros a más de 100 millones, con una hoja de ruta que ya estaría liderada por la segunda generación. Se materializó así un doble proceso ejemplar. Asumieron plenamente las riendas los hijos Piñar Parias (José María y Carlos) y se negoció de manera amistosa, pausada y consensuada la salida de la otra familia accionista. El fundador ha vivido para ver que las cifras no solo se cumplían, sino que se excedían las previsiones.
Cada vez que me he acercado con curiosidad a la historia económica de esta ciudad me he encontrado a un 'Piñar'. Y siempre que veía el apellido, le llamaba o escribía. Estuvieron entre los primeros inversores de la naviera Ybarra. «Aquello es ya muy antiguo, creo que esas acciones las acabó vendiendo mi padre», detallaba entre risas (padre que, por cierto, fue alcalde de Sevilla entre 1947 y 1952; y que a su vez era hijo de uno de los primeros presidentes del Sevilla FC). Los Piñar también jugaron un papel decisivo en la gestión de Pickman, ya que emparentaron con las hijas del fundador de esta industria cerámica (José María tenía un recuerdo vivo de cómo era aquella fábrica de la Cartuja). Cuando estudié la historia de Cruzcampo me puso en contacto con su hermano Carlos, director general en los tiempos de la mítica venta a Guinness... Todo un linaje empresarial en la capital de Andalucía, donde José María Piñar Parias ha dejado su propio y particular legado. Descanse en paz.
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