Tratos y contratos
La 'desamortización' de Telefónica
El cierre de las centrales de cobre en la ciudad ha dado pie a grandes proyectos hoteleros e inmobiliarios
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Iniciar sesiónTelefónica lanzó un desafío hace casi una década: apagar definitivamente toda su vetusta red de cables de cobre y apoyar todas sus operaciones en redes de fibra óptica y en sistemas inalámbricos 5G. Esta transición tecnológica –que ha culminado este verano– ha tenido también su ... particular impacto en la trama urbana. Durante casi un siglo, la estabilidad de la señal en una llamada de teléfono dependía de que existiera una central en cada gran barrio. Un edificio de gran tamaño servía como terminal para conectar y distribuir las líneas de manera capilar en cada sector de la ciudad. Con el fin del cobre y su sustitución por las nuevas redes, esos inmuebles dejaron de ser necesarios.
De forma progresiva, Telefónica ha 'desamortizando' todos esos edificios, que se están transformando en proyectos turísticos y nuevos desarrollos residenciales, atrayendo a un variopinto grupo de inversores (tanto nacionales como internacionales).
Este proceso comenzó con la venta de la joya de la corona: el edificio histórico de Telefónica en la Plaza Nueva, diseñado por Juan Talavera, que fue adquirido por la familia catalana Tous en 2016 (y donde ya se ha aprobado la construcción de un hotel). En aquel momento también se traspasó la central de la operadora en la zona de La Florida, que acogerá un establecimiento hotelero y un proyecto de quince viviendas (que en este caso ejecuta Promar).
Sin embargo, aún quedaban por cerrarse operaciones de gran envergadura, que se han producido en un momento de continua revalorización de estos activos. Al final de Blas Infante, en las instalaciones de la compañía de telecomunicaciones de la calle Graham Bell, se está levantando un enorme hotel de 376 habitaciones y una torre con 110 viviendas de lujo. Y otra de las viejas centrales olvidadas de la era del cobre estaba en Bami, en un inmueble adquirido por la promotora local Gonzybar para demolerlo y levantar cincuenta viviendas.
La guinda del pastel estaba en el número 153 de la calle Feria. Se trataba de un edificio de 2.500 metros cuadrados que ha sido adquirido por el fondo de inversión madrileño Simplifika Capital. Su objetivo es desembolsar quince millones de euros para promover un hotel de lujo con unas 70 habitaciones, que estará gestionado por una cadena internacional.
Telefónica ha cerrado casi 250 centrales en estos años en Andalucía. En el caso de los activos que estaban 'intramuros' en Sevilla, desde la venta de su sede histórica en 2016 hasta la última operación en el entorno de la Macarena, se ha medido la evolución del mercado inmobiliario en la capital andaluza, claramente dominado por los hoteles y las promociones residenciales de lujo. Una desamortización que ha funcionado también como termómetro para el sector.
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