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Sol y sombra

Hoteles contra la barbarie

La civilización consiste en sustituir el viejo caserío apuntalado del Casco Antiguo por confortables alojamientos de muchas estrellas

Lucas Haurie

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Cada vez que se anuncia la apertura de un hotel en Sevilla, se seca una ramita de romero en el ojal de un blazer cruzado. El rancio hispalense no es que sea renuente al progreso per se, tengo para mí, sino que prefiere seguir anclado ... en el siglo XIX con tal de que el confort no alcance a su vecino y pone el grito en el cielo cada vez que unos señores invierten su dinero en rehabilitar un edificio del Casco Antiguo en el que los puntales cobran trienios. Por lo visto, la ciudad era una maravilla cuando había que caminar entre los cascotes de un caserío que se caía a pedazos y el suelo de los bares estaba cubierto de serrín para enjugar los esputos de los parroquianos. Será la erótica del gargajo…

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