NO NI NÁ
La fecha electoral
Si las encuestas secretas del CIS, no las que se cocinan para la propaganda, dan una posibilidad, Sánchez se la jugará
No comparto la tesis de Juanma Moreno sobre la coincidencia de las elecciones andaluzas y generales en 2026. Sánchez sólo piensa en sí mismo. En la última sesión de control al Gobierno, Sánchez situó las legislativas en 2027, por lo que, a tenor del inconstante ... respeto que demuestra a su palabra, no serán en esa fecha. Crece el rumor de unas elecciones generales inminentes, en contra de los que creen que llevará la legislatura a término para apurar el disfrute del poder.
Mas no parece que las Generales se vayan a celebrar cuando tocan, sino cuando Sánchez encuentre el sondeo que le dé la posibilidad de armar una nueva mayoría de mínimos, a poder ser sin Junts. Éste podría ser el momento por varios motivos. Uno se lo ha dado el propio PP, convocando de urgencia el congreso de julio bajo el pretexto de que hay que tensionar al partido ante un previsible adelanto electoral, lo que denota que no existe tal tensión en la actualidad. Ayuda además que se siga cuestionando el liderazgo del gallego, y la vía de agua que supone Valencia, al no haber sabido gestionar la muy cuestionable continuidad de Mazón al frente de la Generalitat.
Pensarán muchos lectores que eso es imposible ahora que Sánchez pasa por uno de sus peores momentos (si alguno ha tenido bueno). Pero creo que, conociendo la habilidad de Sánchez para la sorpresa y el ilusionismo, convocar en este momento es lo más sanchista que se me ocurre. Lograría desviar la atención de los muchos frentes que lo acorralan, y evita que los procesos judiciales abiertos que afectan a familiares le condicionen más, porque están en plena instrucción. Es más, los aprovechará para lanzar una campaña a los cuatro vientos en forma de plebiscito populista sobre el 'chantaje' que sufre el Gobierno 'progresista' por parte de la derecha, la ultraderecha, la UCO, la prensa, los jueces y los árbitros de la Liga si hace falta. Llamará al pueblo a la lucha, implicando a vectores de movilización como 'los de la ceja', para defender «al Gobierno del avance social», mientras él se afanará en mostrar un perfil de estadista internacional pro palestino, consciente de que es un reclamo aglutinador de la izquierda. En ese victimismo va a intentar evitar la derrota. Eso está pasando ya. Igual es el momento, el peor momento, el que estaba esperando.
Si las encuestas secretas del CIS, no las que se cocinan para la propaganda, dan una posibilidad, Sánchez se la jugará. Si no lo hace ya saben por qué: tiene la misma probabilidad de triunfo que Melody en Eurovisión. Ni mañana ni en 2026. Por eso el Gobierno promueve investigar el resultado del concurso musical antes que la trama de Ábalos (reflejo de la legislatura y aviso de cómo empeorará la siguiente si España no lo remedia). De todo se aprende. No descarten que, llegado 2027 sin mejores expectativas, Sánchez imponga por decreto el 'televoto'.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete