España y Filipinas: la amistad duradera

Así el 30 de junio de 1898 se firmó un decreto por el general Emilio Aguinaldo, presidente de la I República de Filipinas, emitiendo una orden por la cual se decretaba que los últimos soldados españoles que se habían atrincherado en la iglesia del pueblo de Baler por espacio de un año, fueran tratados no como enemigos sino como amigos y que recibieran la asistencia necesaria y el correspondiente salvoconducto para su retorno a España.

Es la primera vez en la historia en la que un país «invasor» (a España siempre se la consideró como a la madre patria y país amigo) sale de Filipinas con honores de amigo y con la admiración del pueblo tagalo y filipino.

Así, el senador Edgardo Angara, gran impulsor del «Día de la Amistad» y sobre esa efeméride del 30 de junio, llegó a afirmar lo siguiente: «Fue un día glorioso para ambos países, porque el sitio de Baler produjo héroes y victorias para ambas partes» y precisamente, hoy ese episodio glorioso es la piedra angular y símbolo de la gran amistad entre ambos países y de la llamada, «Amistad Duradera» y amigos para siempre.

Un país profundamente cristiano y en donde se puede afirmar que la mayor concentración de la Historia de la Iglesia se llevó a cabo hace unos años con la visita de su Santidad el Papa Juan Pablo II, congregando a más de 10 millones de fieles católicos, fervor religioso que dejaron los españoles en el archipiélago filipino en su clara labor de evangelización.

En mis múltiples alocuciones y conferencias en mi condición de cónsul general de Filipinas y al referirme al sentido religioso de los filipinos, llego a repetir una frase que es: «que Jesucristo llamó a muchas puertas en Asia y la única que se la abrió fue Filipinas», precisamente por ser un pueblo profundamente cristiano y en donde hoy convive con otras manifestaciones religiosas.

Tampoco podemos olvidar la epopeya heroica de 55 españoles refugiados en la Ermita de Baler, durante 337 días, sitiados y del que salieron 33 hombres y entre ellos, mi abuelo materno médico militar, Rogelio Vigil de Quiñones y Alfaro.

Hay que resaltar el esfuerzo de la Embajada de Filipinas en España, encabezada por su actual embajador Excmo. Sr. Philippe J. Lhuillier, como por el actual presidente de Filipinas, Excmo. Sr. D. Ferdinand Marcos Jr., que están haciendo importantes esfuerzos para profundizar en nuestra historia común e intensificar los intercambios comerciales, hoy en clara espiral de crecimiento.

Precisamente, este año celebramos el 127 aniversario de la proclamación de la Independencia Filipina y el 23 Aniversario del Día de la Amistad Hispano Filipina.

Así, destacamos el Acuerdo entre España y Filipinas en materia comercial que es el nuevo marco de asociación país (MAP) 2025/2028 firmado en el contexto de la VII Comisión Mixta Hispano Filipina de cooperación.

Además, actualmente se están llevando a cabo negociaciones para un acuerdo de libre comercio entre la UE y Filipinas que pretende fortalecer las relaciones comerciales entre ambas partes.

Por todo esto creemos que potenciar toda interrelación, entre nuestros pueblos, el crecer en nuestra amistad, para mayor conocimiento mutuo y favorecer nuestra alianza serían retos que nos debemos marcar para el 2025 y posteriores años.

Es evidente que los gobiernos de España y Filipinas están realizando un gran esfuerzo. El gobierno español desea que, sobre el fundamento de su larga amistad y especial vinculación histórica, ambos países seamos capaces de construir una relación cada vez más sólida y que se reflejen en crecimiento de intercambios económicos, culturales y humanos y en un mayor entendimiento mutuo.

¡Mabuhay Filipinas y España!

SOBRE EL AUTOR

JOSÉ IGNACIO BIDÓN Y VIGIL DE QUIÑONES

Cónsul General de Filipinas en Andalucía Occidental, Badajoz, Ceuta y Melilla