tribuna abierta
Con el Padre Prevost en la plaza Virgen de los Reyes de Sevilla
En estos días estamos asistiendo a un acontecimiento histórico en el que la providencia ha querido que el actual Papa León XIV vuelva a contemplar al crucificado del Cachorro y rezar ante él

Quiero comentar algunos recuerdos que conservo de la tarde del Viernes Santo de 2002, que estuve con el padre Robert F. Prevost, actual papa León XIV, en la plaza Virgen de los Reyes de Sevilla.
1º El Padre Robert Prevost vino de Roma a Sevilla ... a ver al Cachorro en 2002. Ahora, el Cachorro va de Sevilla a Roma y el papa León XIV lo verá de nuevo.
2º En la plaza Virgen de los Reyes pasé una tarde de Viernes Santo en agradable compañía con un amigo y hermano. Jamás se me pasó por la cabeza que un día fuese elegido Papa.
3º Hablamos de la próxima canonización de un agustino del siglo XVI: San Alonso de Orozco.
En el año 2002 el padre Robert F. Prevost, entonces prior general de la Orden de San Agustín, vino de Roma a Sevilla y aquí vio a la impresionante imagen del Santísimo Cristo de la Expiración conocido con el nombre de Cachorro. Sucedió la tarde del Viernes Santo de ese año durante la estación de penitencia que la hermandad trianera realizó ese día a la Santa Iglesia Catedral.
En estos días estamos asistiendo a un acontecimiento histórico en el que la providencia ha querido que el actual Papa León XIV vuelva a contemplar al portentoso crucificado del Cachorro y rezar ante él. Podríamos interpretar la presencia del Cachorro en Roma para devolver la visita que le hizo el Padre Robert Prevost en la ciudad hispalense en 2002.
En Roma, el Cachorro ha recibido culto en la capilla de la Presentación de la Virgen en la Basílica de San Pedro del Vaticano. En el altar mayor hay un gran mosaico con la escena de la Presentación de la Virgen en el templo. En este lugar sagrado han estado el Cachorro y la Esperanza de Málaga en los días previos a la procesión del Año Jubilar de las Cofradías. Se ha levantado un altar efímero en esta capilla para celebrar actos litúrgicos ante estas sagradas imágenes.
El hermano mayor de la hermandad del Cachorro, José Luis Aldea, en declaraciones al periódico ABC de Sevilla, ha manifestado con gran alegría: «Que la misa final del Jubileo sea la misma de inicio del pontificado del papa León XIV (día 18 de mayo) hace que esto, que ya era algo único y excepcional, ya no sé qué adjetivo se le puede aplicar».
Hace unos días me preguntó un periodista: —«¿De qué hablaron durante el tiempo de espera de un paso a otro?».
Le contesté:
—«Estuvimos varias horas en la plaza Virgen de los Reyes contemplando los pasos de ese día. Uno de los temas fue el Santo Crucifijo de San Agustín de Sevilla, que estuvo en el templo del antiguo convento de San Agustín de la ciudad hispalense».
Le expliqué que era una de las devociones más arraigadas de la religiosidad popular de Sevilla. Era una imagen de estilo gótico de mediados del siglo XIV. Estaba tallada en madera policromada y representaba a Cristo muerto en la cruz, de tamaño natural, y sujeto al madero por tres clavos. Todavía hoy está considerado este Crucifijo como una de las imágenes de mayor arraigo popular y devoción en la historia de Sevilla, parecida a la dedicada a la Virgen de los Reyes, patrona de la ciudad y la archidiócesis de Sevilla, a Nuestro Padre Jesús del Gran Poder o a la Esperanza Macarena.
Le informé de que en los últimos años había estado investigando sobre la historia del Cristo de San Agustín de Sevilla. Ya había terminado el manuscrito a falta de algunas correcciones. Le conté que el texto se lo iba a llevar después del verano al jefe de protocolo del Ayuntamiento de Sevilla, don Mauricio Domínguez y Domínguez-Adame, para su publicación en la Colección de Fiestas de Sevilla. Cuando terminé la aclaración, inmediatamente me dijo: «Me envías un ejemplar a Roma».
En la plaza Virgen de los Reyes, le pregunté al Padre Prevost por la próxima canonización de un fraile agustino del siglo XVI. Me comunicó que en el consistorio cardenalicio del día 26 de febrero de 2002, el papa Juan Pablo II dio a conocer la fecha de canonización de Alonso de Orozco: el 19 de mayo de 2002.
Yo le dije que el Ayuntamiento de Sevilla le había dedicado una calle con motivo de su canonización en los alrededores del antiguo convento de San Agustín. La vía ha sido rotulada con el nombre de San Alonso de Orozco.
También le conté que otro agustino sevillano, el beato Pedro de Zúñiga, figura en el callejero de la ciudad de Sevilla. La calle se denomina Fray Pedro de Zúñiga y está ubicada en el distrito de Nervión, comunicando la avenida Luis de Morales con la calle Santo Domingo de la Calzada.
El beato Pedro de Zúñiga estuvo destinado en Filipinas. Después, fue a evangelizar a Japón, en tiempos de una fuerte persecución contra los cristianos. Las autoridades niponas le condenaron a muerte y le quemaron vivo en la ciudad de Nagasaki, el 19 de agosto de 1622. El papa Pío IX lo beatificó en 1867.
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