sábado
Europa quiere metro
El Metro de Sevilla pasará a la historia como el que más trabajo ha costado levantar de Eurasia. Y ahora resulta que la Comisión Europea tiene dinero para su ampliación y nosotros sin enterarnos.
Europea, la Comisión Europea, el Parlamento Europeo y el resto de organismos que existen bajo la bandea azul de las doce estrellas son entes cuyo desconocimiento perjudica de manera grave a los intereses cotidianos. Una hermandad sevillana, la Trinidad, a través de una agencia conocedora ... de los vericuetos de Europa ha conseguido financiación para un proyecto social. Hay cientos de becas, de ayudas y de líneas de financiación a las que no se accede por no conocer los mecanismos. Por eso hoy una profesión de enorme éxito sería la que tenga que ver con la gestión de todo lo que se cuece en Bruselas y alrededores.
Ahora resulta que la Comisión Europea tiene dinero para el Metro de Sevilla y nosotros sin enterarnos. La asociación «Sevilla quiere Metro» es la que se ha movido para conocer si hay fondos europeos que sirvan para completar la red del metropolitano, y la respuesta ha sido afirmativa. Que para eso están los famosos FEDER, los fondos de ayudas regionales, que tanto han servido en el pasado para las infraestructuras de Andalucía y de España. En casi todos los carteles de las carreteras y autovías que se hacían para el 92 aparecía la leyenda «Proyecto financiado por los fondos Feder» Lo que le ha dicho Europa a esta asociación filantrópica es que existe eso que es lo que casi nunca hay: dinero.
El Metro de Sevilla pasará a la historia como el que más trabajo ha costado levantar de Eurasia. El parón municipal cuando empezaron a aparecer las grietas por los años 80 y después los complejos de Manuel Chaves que si lo construyó fue a cambio de que el Partido Andalucista votara a Monteseirín para hacerlo Alcalde en 1999. Cuando diez años después se inauguró la única línea vino la crisis económica y todo se paralizó. El actual gobierno de la Junta fue el que reactivó el proyecto pero su lentitud es desesperante. Por eso lo mismo ese dinero que Europa pone a nuestra disposición puede hacer las veces de acelerador. Si no aprovechamos esta ocasión es que somos algo más, mucho más, que tontos.
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