Orgullo de Andalucía

La economía andaluza, resiliente ante los desafíos y dinámicas inherentes a su expansión, ha mantenido un notable ritmo de progresión en los últimos tiempos. El año 2023 ha puesto de manifiesto como ha sostenido su tendencia al alza, reflejando, no solo una recuperación post-pandemia, sino también un avance significativo hacia una economía más robusta y diversificada. Con una tasa de desempleo que ha descendido al 17,6%, la más baja en 15 años, el desarrollo económico de Andalucía refleja fortaleza y adaptabilidad de su tejido empresarial ante los nuevos retos de un futuro que ya está aquí.

Andalucía se alza como un epicentro de innovación y desarrollo tecnológico, albergando instituciones de renombre como el IMEC Fab5, un referente mundial en el ámbito de los semiconductores cuyo proyecto se desarrollará en Málaga, o la Agencia Espacial Española, que tendrá sede en Sevilla. Esta realidad se complementa con la presencia de más de 2.800 startups y con unos ciudadanos dinámicos y emprendedores que, en el sur de Europa, posicionan y colocan a Andalucía como un referente en materia de innovación y desarrollo empresarial. La colaboración con universidades y centros de investigación potencia aún más este ecosistema, convirtiendo nuestra tierra en un granero de talento y proyectos innovadores.

En línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, Andalucía ha abrazado la sostenibilidad entendida como pilar fundamental de su desarrollo económico. La región avanza, sin prisas, mas sin pausa, hacia las energías renovables y hacia las inversiones en infraestructuras verdes, como lo demuestra la construcción de la mayor planta de metanol verde de Europa ubicada en Huelva, evidenciándose así un compromiso con un futuro más limpio y sostenible que, además, generará nuevas oportunidades económicas y de empleo.

De otro lado, nos reafirmamos como destino turístico de primer nivel en España, alcanzando cifras récord de 33,9 millones de visitantes en 2023, proyectando excelencia y con el objetivo de avanzar en sostenibilidad, conectividad, calidad y en una mayor desestacionalización que nos sitúe como una referencia durante todo el año. Esta aspiración se acompaña de un sólido rendimiento en el comercio exterior, que el año pasado alcanzó su segundo mejor registro histórico, impulsado por sectores clave como la industria aeronáutica o la significativa mejora en la exportación de productos agroalimentarios, como el aceite de oliva y las hortalizas, que evidencian la capacidad de adaptación frente a los desafíos globales, incluidos los conflictos internacionales y la sequía.

El mundo vive un momento, otro más, de transformación y Andalucía, y los andaluces, estamos llamados a ser una pieza clave en todo ello, por lo que es obligado mirar hacia el futuro con optimismo y determinación. Con una economía en crecimiento, un ecosistema innovador en expansión y un compromiso firme por la sostenibilidad, estamos bien colocados para arrostrar los desafíos que tenemos entre manos. Los andaluces, no sólo disfrutamos de una bella tierra con una basta cultura y de una calidad de vida envidia de toda Europa, sino que también componemos un terreno fértil para la inversión, la innovación y el desarrollo sostenible. Tomemos nota.