comentarios reales

Felipe VI y el Ángel de la Historia

Cuando el Rey honra a las víctimas republicanas como jefe del estado, su gesto une y proclama que ellas también pertenecen a la España que recuperó la democracia

Escribo estas líneas inspirado en un artículo de prensa y en una charla de sobremesa. La columna fue escrita por el profesor de derecho constitucional Víctor J. Vázquez y la charla de sobremesa transcurrió un día más tarde con los escritores Javier Rioyo y Juan ... Bonilla. En su artículo —«El Rey y la tricolor» (Diario de Sevilla, 19.05.2025)— el profesor Vázquez destacó la asistencia del Rey al entierro en Alicante del jurista e historiador republicano Rafael Altamira, cuyos restos fueron repatriados por el ayuntamiento de Campello. Asimismo, Víctor Vázquez elogió la visita del Rey a Mauthausen, para homenajear la memoria de los 4.500 republicanos españoles asesinados en aquel campo de concentración: «Es un hecho muy valioso que nuestro Rey honrara a unos republicanos que padecieron el cautiverio o la muerte a manos del nazismo al que se enfrentaron».

Por otro lado, en aquella charla de sobremesa recordamos la IX tesis de la filosofía de la historia de Benjamin, donde un ángel contempla impotente y horrorizado cómo crecen las ruinas del pasado, mientras una tormenta lo arrastra hacia el Paraíso. El ángel desearía quedarse en el mundo para recomponer lo destruido y así le da la espalda al futuro, permitiendo que las ruinas y la tormenta penetren en el Cielo. La frase final de la IX tesis se me antoja desoladora: «Esta tormenta es lo que llamamos progreso».

Pido perdón por mi extenso preámbulo, pero ahora que se cumple la primera década del reinado de Felipe VI, pienso que los desagravios del Rey a los republicanos españoles asumen la misión del Ángel de la Historia de Benjamin, pues mientras el gobierno se rasga las vestiduras porque don Felipe todavía no ha participado en los oportunistas fastos gubernamentales dedicados a «conmemorar» la muerte de Franco, el Rey ha asistido con respeto y discreción a dos actos de reparación donde el gobierno se ha inhibido de participar. ¿Por qué este contrapunto es tan trascendente?

El Ángel de la Historia no sólo desea reconstruir el pasado, sino que lo asume como su responsabilidad; pero nosotros no somos ángeles y nuestros relatos, memorias y desagravios los llevamos a cabo desde un presente que no es imparcial y que persigue objetivos distintos. Para el actual gobierno y sus aliados -por ejemplo-, la memoria requiere una performance trágica que ha engendrado una ucronía insaciable, pues no le basta con reparar, sino que exige restaurar lo que sus víctimas perdieron: una república. Por eso era preciso exhumar a Franco y «celebrar» el medio siglo de su muerte: para endosarle unos herederos y deslegitimarlos. Sin embargo, cuando el Rey de nuestra monarquía parlamentaria honra a las víctimas republicanas como jefe del estado, las arropa desde el mismo presente para unir y dejar claro que ellas también pertenecen a la España que recuperó la democracia.

La presencia de Felipe VI en los homenajes a los republicanos de Campello y Mauthausen, forma parte de la misión del Ángel de la Historia: crear una España nueva en medio de las ruinas.

Artículo solo para suscriptores
Tu suscripción al mejor periodismo
Bienal
Dos años por 19,99€
220€ 19,99€ Después de 1 año, 110€/año
Mensual
3 meses por 1€/mes
10'99€ 1€ Después de 3 meses, 10,99€/mes

Renovación a precio de tarifa vigente | Cancela cuando quieras

Ver comentarios