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PÁSALO

Los negros de Sevilla

Lo más sangrante es que doscientos años después de la abolición, la esclavitud sigue siendo un gran negocio

Félix Machuca

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Vinicius José Paixao de Oliveira Junior, futbolista prodigioso y activista full time, no hubiese sido nada en la Sevilla esclavista del XVII. Ni futbolista, porque el fútbol estaba por inventar; ni activista, porque un prieto, moreno o mulato, era imposible que alcanzara ciertas cotas de ... libertad de expresión y de integración social. No le hubiese ido mejor a John Carlos, uno de los velocistas negros de las Olimpiadas mexicanas del 68 que subió al pódium a recoger su medalla desbordante de orgullo y saludando al estadio como miembro del Black Power. Y tampoco hubiera brillado mucho en su actividad contestaría y agitadora de conciencias un Malcolm X o un destacado miembro de los actuales Black Live matter, grupo global de negros unidos contra el supremacismo blanco. El color dominante en el siglo XVII sevillano era blanco, muy blanco. Como en casi todas las sociedades esclavistas de Europa y América. Aun así, siempre hubo, algún rebelde africano o descendiente de africano que se negó a ser considerado marfil negro, como denominaban los tratantes ingleses y holandeses a sus cautivos.

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