Pásalo
Descolonizar el Archivo de Indias
Puedes ser ministro de Cultura teniéndola tan básica como un concursante de la isla de las tentaciones
Una de las cosas por las que le tengo que estar sumamente agradecido a Genaro Chic, catedrático jubilado de Historia Antigua, es que me enseñara, desde el minuto uno que me puse en sus manos para desasnarme, que en historia no se puede hacer presentismo. ... Presentismo es ver y entender hechos históricos sucedidos hace cinco, diez o veinte siglos, con los ojos del presente, desvirtuándolos y convirtiéndolos en ideología. El revisionisno histórico que nos llega envuelto en el pensamiento débil de la cultura woke, nacido al fragor del antirracismo afroamericano, ha convertido al presentismo en un arma de gatillo fácil. No hacen historia, no hacen ciencia, no investigan ni analizan hechos. Hacen ideología. Hacen política. Construyen relatos de buenos y malos, de blancos y negros, de masacradores y masacrados. No hay un imperio colonial en la historia, desde Persia a Roma, desde Madrid a París, desde Londres a Bruselas que esté libre de pecado. Como tampoco lo están los grandes imperios mesoamericanos precolombinos y las arrolladoras potencias africanas occidentales. Ni mucho menos los coránicos. Todos, desde el primero al último, tienen en su memoria la mancha permanente, imborrable, de sus excesos, latrocinios y calamidades. Todos. No solo los europeos y los blancos. Todos.
Seguimos haciendo lo que nos dicen y no lo que debemos. El ministro de Cultura, el sumario Ernesto Urtasun, se estrenó el otro día en la comisión de su ramo del Congreso, ondeando la bandera woke del revisionismo histórico. Y lo hizo con empacho de majorette, dando banderazos arriba y abajo, en un muestrario desacomplejado de que se puede llegar a ser ministro de Cultura teniéndola tan básica como un concursante de la isla de las tentaciones. El tal Urtasun, nos adelantó que su programa estrella de la legislatura, será la descolonización museística de España, justificándola por la necesidad progresista de superar el marco colonial que nos ancla en inercias de género y etnocéntricas. Como papagayo no tiene rival. Y repite hasta las comas del relato woke que le han pasado como argumentario de su mandato. Puro presentismo que solo lo sustenta la ideología. Nunca la historia.
Siguen asumiendo, como masoquistas incurables, culpas y hechos que pasaron siglos atrás y que retuercen actualizándolos. Son siempre los mismos: los que buscan hacerse un hueco en el retablo de la política para alcanzar cinco minutos de notoriedad. Han creído ver en el narcisismo intelectual la ilustración de una acción política justiciera, borracha de ideología. Si de verdad, el tal Urtasun, cree lo que anuncia como un ángel exterminador de los excesos coloniales, ¿a qué espera a meterle mano al Archivo de Indias o a los departamentos americanistas de las universidades españolas? Venga, Urtasun, que parece que te tocó el ministerio en un bingo…
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete