quemar los días
Pata Negra
Son la nueva nobleza: a costa nuestra han amasado un descomunal patrimonio sin haber dado un palo al agua en su vida
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Iniciar sesiónSE atribuye a Agustín de Foxá, y a un furibundo ataque de cuernos, la letra de Anónimo jerezano, ese poema convertido en canción por los Pata Negra en su último disco antes de su disolución, un acerado y bilioso ataque contra la aristocracia más rancia ... de Andalucía, «los Borgia de los vinos de Jerez».
Han pasado muchos años desde que se escribieran aquellos versos, y muchas cosas han cambiado en Andalucía. Aunque, en realidad, no tanto. Porque pasado el tiempo, en todo el transcurso de la dictadura a la democracia, uno tiene a veces la sensación de haber vivido en un eterno gatopardismo: cambian las cosas para que todo siga igual.
Si hay un creador que pueda compararse en España a Tomassi di Lampedusa, ese es García Berlanga. Su Trilogía Nacional explica como ninguna otra ficción el tránsito en España de una dictadura oligárquica a una democracia imperfectamente burguesa, donde la nobleza tradicional («Marqués de Leguineche and son, end of the saga») es arrinconada y convertida en patético museo. Pero, sobre todo, sirve para comprender cómo el partido socialista asimiló los males sistémicos de la dictadura creando una nueva oligarquía, casi una nueva clase social, que en Andalucía aún pervive.
Esta clase social es una suerte de nueva nobleza: familias progresistas que accedieron a espacios de poder en los primeros años de la democracia, y que han ido medrando y adquiriendo más y más riqueza, hasta transformarse en grandes rentistas, que se desenvuelven por la vida como si todo les perteneciera.
Antonio R. Vega destapaba hace unos días en este periódico los enchufes familiares del exdirector de la Faffe. Quien tuviera oportunidad de conocer con cierta profundidad algunas empresas públicas de la Junta de Andalucía durante los años 90 o los 2000, no puede sorprenderse de este nuevo escándalo. Porque esa nueva nobleza convirtió las empresas públicas en sus palacetes particulares.
Los he conocido. Son los verdaderos Pata Negra, y no los que pusieron música al poema apócrifo de Foxá. Personas amamantadas en el partido, que accedieron a sus puestos a dedo, y que hoy amasan propiedades y fortunas, manteniendo hacia el exterior su discurso progresista pero viviendo hacia dentro como la más flamante aristocracia del Antiguo Régimen. Viven de nosotros, como alimañas, y a costa nuestra han acaparado patrimonios y prebendas sin necesidad de haber dado un palo al agua en su vida. Y, sorprendentemente, ahí siguen, siempre dispuestos a lucir la bandera social y comprometida, pero recibiendo tratamientos en las clínicas mas caras y con hijos que estudian en los mejores colegios privados. Han cambiado los apellidos, pero los nuevos tienen el mismo o más poder que los antiguos. Puro lampedusismo: que todo cambie para que todo siga igual.
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