LA TRIBU
Ramos
La estampa de la entrada de Jesús en Jerusalén tiene tanto campo dentro, tanta sencillez rural y campesina
Por ti se llama de Ramos ese domingo que abre las puertas de la Semana Santa. Se llama de Ramos por ti, por lo que el domingo tiene de palmas y de ramas de olivo. El campo, tú, en la ciudad, representado en esos dos ... símbolos vegetales que forman parte de nuestra memoria más lejana. Todo el año se lleva el campo acarreando riquezas a las ciudades, a los pueblos, y todo el año es celebrado con el respeto y la admiración que merece la belleza natural. Los elementos que componen la estampa de la entrada de Jesús en Jerusalén tienen tanto campo dentro, tanta sencillez rural y campesina, que pocas la igualan: un borriquillo, unas ramas de palmera y unas ramas de olivo. Por ahí, campo mío, qué sagrado eres, qué bíblico, qué divino. No descansa el campo dándose. Más tarde vendrán las Cruces de Mayo y no habrá campo que, unido a los patios rurales, no acerque flores a celebración tan popular, tan sencilla. Y vendrá más tarde el Corpus, y el Dios callejero de ese día será un resumen de dos frutos del campo: espigas de trigo y racimos de uvas agraces. Ya te lo cantaron: Ya están los soles de mayo cociendo el pan en la espiga, que nadie al trigo le diga que en Dios no está su tocayo. Mientras, lactante en su tallo, sisándole sol al día, el racimo va a porfía con la madurez del trigo. Que tienen cita contigo, Señor, en la eucaristía…
Pero ayer fue Domingo de Ramos y fue la primera señal del campo en la cuaresma. La Semana Santa se santigua con esas dos ramas, de palmera y de olivo, y pasarán las procesiones y no sólo veremos ramas, también veremos palmeras y olivos -garrotes- en el paisaje de la Pasión. El campo se suma a la Pasión porque en la Pasión estuvo desde el primer instante, que en la Última Cena ya vimos cómo el pan y el vino se hacían cuerpo y sangre de Jesús; y más tarde vimos cómo se levantaba un nocturno Getsemaní para el prendimiento tras la traición de Judas. La Pasión va llenándose de elementos del campo, que en el campo está el origen de la flor, y del incienso, y de la cera que elaboran las abejas jóvenes, como si fueran el grupo de jóvenes cofrades de una hermandad. Del campo vienen los pétalos que vuelan en bandadas sobre el aire de los palios. Sin el campo, la Pasión no sería posible, no podríamos entenderla como tal. Y, como resumen absoluto, campo es el Madero, la Cruz donde muere crucificado Jesús. Por eso el campo tiene en sus carnes un temblor de Dios…
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