LA TERCERA
Sevilla 2029: raíces y alas
ABC de Sevilla nació gracias a la apuesta de la familia Luca de Tena por la Exposición Iberoamericana de 1929, que fue una revolución económica y social para la ciudad. Y ese será también su propósito en el centenario, informar y transformar. En los próximos cuatro años trabajaremos en un plan para la siguiente Gran Sevilla
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Iniciar sesión¡Vuela! Esa fue la instrucción que Juan Ignacio Luca de Tena dejó escrita en el editorial fundacional de ABC de Sevilla el 12 de octubre de 1929. Y vamos a seguir cumpliéndola poniendo unas nuevas alas a la ciudad que, en ese mismo texto ... inicial, Rafael Sánchez Mazas definió como «balcón de oro sobre el cielo de España». Balcón de oro de las oscuras golondrinas de Bécquer, que siempre volverán, me atrevo a precisar. Volar es nuestra obligación editorial y también nuestro contrato social. Desgraciadamente, en Sevilla se ha cumplido más veces de las deseadas el aforismo de Dalí, que decía que es el único lugar donde el surrealismo es real. La ciudad de las luces y las sombras, que no de claroscuros, es, en efecto, tan surrealista que olvida con demasiada facilidad que ha sido vanguardia en muchas cosas que cambiaron la historia universal: en la llegada a América, en la primera vuelta al mundo, en tantas revoluciones culturales… Pero esa nostalgia de lo que fue le ha llevado a un conformismo que ha terminado traduciéndose en indolencia. El célebre crítico de teatro sevillano Julio Martínez Velasco lo explicaba con una reflexión inquietante: «Los niños sevillanos hemos jugado a chutar la pelota sobre fachadas platerescas y al escondite tras retablos de Martínez Montañés, es imposible que sepamos valorar lo que tenemos porque hemos convertido lo excepcional en cotidiano». Combatir este inmovilismo, que es mucho más literario que enriquecedor, fue el propósito de la familia Luca de Tena, que después de haber fundado la publicación más pionera de España en 1891, 'Blanco y Negro', creó ABC en Madrid en 1903 y luego, en reconocimiento a sus orígenes, ABC de Sevilla en 1929. La intención de Torcuato Luca de Tena fue promover la Exposición Iberoamericana y, aprovechando la coyuntura, desarrollar la ciudad para proyectarla en el siglo XX tras un largo periodo de estancamiento. Es decir, el 29 fue una excusa desarrollista, un compromiso con el crecimiento de Sevilla. Y ABC fue promotor del primer gran avance que había tenido la capital del Sur de España desde el siglo XVIII porque no sólo fue un proyecto informativo, fue también un motor institucional fundado para el impulso de Andalucía. Tanto el periódico como la muestra nacieron por encima de su propio tiempo, con vocación de trascender. De sobrevolar. Dentro de cuatro años, ABC de Sevilla cumplirá su centenario y aquí sigue con la misma filosofía original, con los mismos principios transformadores y con la mirada siempre puesta en el horizonte, no en lo que hay a nuestra espalda. De la misma manera que Torcuato promovió a su primo Aníbal González para construir la fisonomía de la Sevilla del futuro con una arquitectura propia y una expansión urbanística que hoy percibimos como histórica, ABC tiene que ayudar a transformar Sevilla un siglo después descubriendo e impulsando el talento de quienes están llamados a construir el porvenir. Tenemos que hacer que el progreso se convierta en otra de nuestras tradiciones. Este será el lema del plan 'Sevilla 2029': ABC informa y transforma. Por eso vamos a seguir asumiendo ese papel. Durante estos cuatro años vamos a trabajar como laboratorio de ideas de la próxima Gran Sevilla.
La empresa de análisis sociológicos Dataestudios ha llevado a cabo un sondeo que busca definir la visión de la Sevilla del futuro. El objetivo central es recoger y analizar las percepciones, aspiraciones y prioridades de los distintos actores sociales, institucionales y ciudadanos para orientar una hoja de ruta realista y participativa hacia una Sevilla más moderna, inclusiva, sostenible e innovadora. A partir de esta investigación, vamos a crear unos grupos de trabajo con los mejores especialistas en cada uno de los espacios de mejora detectados para debatir qué necesita exactamente la ciudad, compartir sus hallazgos y elaborar un plan estratégico de objetivos tangibles, no de quimeras, que será para ABC su catón editorial. Los resultados de esos grupos, que estarán comisariados por autoridades del máximo prestigio, se irán presentando públicamente sector a sector en los próximos cuatro años.
Este es un periódico que tiene motivos sobrados para enorgullecerse de su pasado. Nuestra hemeroteca es el templo que custodia nuestra historia del último siglo. Desde Juan Carretero Luca de Tena a Álvaro Ybarra, ABC de Sevilla ha sido el paraninfo de Joaquín Romero Murube y Antonio Burgos, de José María Pemán y Rafael Laffón, de Manuel Ferrand y Manuel Halcón, entre otros tantos escritores egregios. Pero nuestra vocación siempre es de futuro. Este periódico ha implementado a lo largo de su siglo de vida todas las innovaciones del sector tanto en el primer edificio del ensanche de la Huerta de la Salud, junto a la Plaza de España, como en el de Cardenal Ilundáin, que fue la zona de expansión urbanística generada por aquella muestra. Por cierto, fue el periódico de la Exposición Iberoamericana del 29 y ahora tiene su sede en el recinto de la Exposición Universal de 1992. Es un hecho incontestable que ha apostado siempre por el crecimiento y la modernidad de Sevilla. Aquí se implantó por primera vez la técnica del huecograbado, se empezaron a publicar fotografías, se hizo la primera tirada a color y nació la primera edición digital de un periódico en Andalucía. ABC de Sevilla siempre ha estado en la vanguardia de la adaptación tecnológica, de los cambios organizativos y de las propuestas estéticas. Por eso apuesta sin complejos por la aún enigmática revolución de la Inteligencia Artificial. Pero todo ello desde los más sólidos cimientos éticos. Porque en ABC creemos que la moralidad es siempre la mayor innovación.
Este periódico es amigo de los sevillanos, no un conocido. Es muy importante discernir estos conceptos. Cuando la verdad duele, sólo quienes más nos quieren se atreven a decírnosla. Ese es el primer paso para vencer la indolencia: incomodar cuando es necesario, fomentar el pensamiento crítico, revelar lo que se nos pretende ocultar, agitar a los responsables públicos para que actúen conforme a las reglas y a la ejemplaridad, avivar a la sociedad civil para que Sevilla deje de ser la bella durmiente, administrar la influencia con integridad y promover la prosperidad ofreciendo el servicio esencial de la información independiente. Necesitamos despertar todos juntos. Lo ya logrado por un periódico es útil para los libros de Historia. Pero el primer propósito de un medio no es servir a los historiadores, que también es una noble función que asumimos, es servir a la sociedad. Por eso repetimos tantas veces que nuestra labor es como la del mito de Sísifo, que tenía que subir cada día la misma piedra a la cima de la montaña como si fuese la primera vez. Nuestro único pacto vigente es la siguiente revelación, que puede llegarles a la pantalla en el próximo minuto. Nosotros queremos contar cuanto antes que Sevilla logró sacar del pozo a los que hoy son los barrios más pobres de España, que se han construido las infraestructuras que necesitamos —el metro, la SE-40, el tren al aeropuerto—, que se ha articulado por fin una gran administración metropolitana, que se está gestionando el turismo sin tensiones, que cada barrio es en sí mismo una ciudad que funciona, que grandes empresas internacionales han decidido invertir en la industrialización de la ciudad, que no hay paro, que los jóvenes tienen acceso a la vivienda, que se ha frenado la fuga de talentos… En definitiva, que hemos transformado nuestro atractivo durmiente en modernidad y que, además, lo hemos hecho sin perder nuestra identidad y pensando en las próximas generaciones, en cómo adaptarnos al cambio para estar en cada esquina, en cada historia de vida. Hemos empezado a trabajar para ello , pero esta labor nos concierne a todos para demostrarle a Dalí que no tenía razón. Así como Juan Ignacio Luca de Tena nos hablaba de su pariente Aníbal González como «el gran impulsor de la nueva Sevilla», nuestra misión es dar alas a los siguientes promotores de nuestro avance tomando en sentido literal el concepto de Juan Ramón Jiménez, que escribió aquello de «raíces y alas, pero que las alas arraiguen y las raíces vuelen». Vamos a ponernos todos las alas que llevan al futuro. No tengan miedo porque están bien fijadas a nuestra piel con la grapa que nos identifica y nos hace únicos. ¡A volar!
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