La Alberca
Pucherazo anti Susana
Las maniobras en las primarias del PSOE andaluz denunciadas por la candidatura susanista dan escalofríos

Se sabía que Ábalos recibía en un hotel de Triana, como Monipodio en su patio, a todos los pícaros del partido que estaban dispuestos a cambiar su voto por un carguito. Pero la denuncia presentada en los tribunales por la candidatura de Susana Díaz sobre ... el amaño de las primarias andaluzas nos ha desvelado un recital de inmundicias que explican por qué el PSOE está muerto en la región. Sánchez envió a su secretario de organización, entonces José Luis Ábalos, a ganarle a Juan Espadas aquellas primarias a toda costa. Hoy conocemos los métodos de los 'números dos' y es fácil dar verosimilitud al rosario de trampas que recoge la denuncia, pero ni la demostrada habilidad de Ábalos y Cerdán para la inmoralidad aminora la gravedad del escándalo. Las afiliaciones masivas de trabajadores de empresas públicas gobernadas por el partido en las vísperas de las primarias suponen dos aberraciones vomitivas: el amaño en sí mismo y la manipulación descarnada de personas necesitadas para obtener sus votos. La Guardia Civil investiga actualmente una trama de posible compra del voto por correo para las elecciones municipales en municipios como Albaida del Aljarafe. Basta con cruzar los documentos de este sumario con los de la denuncia de la candidatura susanista y se podrá comprobar la similitud del 'modus operandi'. En ninguno de los dos casos se puede concluir nada porque el primero está aún en fase de instrucción y el segundo ni siquiera se llegó a investigar porque los denunciantes se arrepintieron unos días después y retiraron la demanda. A lo mejor es todo legal, pero huele a perros muertos.
Sánchez dijo sin el menor rubor en su rueda de prensa sobre el informe de Cerdán, en el que se recoge una conversación sobre cómo meter dos papeletas en la urna sin que nadie se dé cuenta, que «se habla de dos votos y gané por 17.000». Para el presidente los fraudes se miden al peso, no al gusto. ¡Un solo voto falso es un escándalo! El susanismo retiró la demanda porque había conseguido reunir unos 800 casos y Espadas ganó por más de cinco mil papeletas. Es decir, la denuncia no buscaba limpiar al partido, sino intentar revertir el resultado de las primarias. Como no aglutinaron suficientes votos bajo sospecha, desistieron. El posible pucherazo no importó. Sólo importó el resultado. Por eso ahora esa descripción que hacen algunos socialistas de Ábalos prometiendo puestos en las diputaciones a cambio del apoyo a Juan Espadas no tiene valor exculpatorio para los denunciantes. El desembarco de militantes procedentes de empresas públicas fue simplemente un método diseñado para ganar por lo civil o por lo criminal y, al mismo tiempo, un retrato hiperrealista del PSOE que ha construido Sánchez, en el que todo es mentira. El partido que daba lecciones de democracia tiene una guerra interna por presunto amaño de las votaciones. Y ahora que no venga el presidente a contarnos que no sabía nada de cómo gestionó Ábalos las primarias andaluzas porque él fue quien lo mandó a «arreglar» esto.
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