la alberca
Perico Delgado a la calle
La próxima Vuelta a España la va a retransmitir Pedro Almodóvar, que tiene la opinión correcta de todo
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Iniciar sesiónCUALQUIERA que tenga los ojos lavados ha visto que en el alzamiento de la Castellana contra la Vuelta a España no había cien mil manifestantes ni de coña. La rebelión absolutamente minoritaria se impuso sobre un dispositivo policial muy frágil que invita a dudar del ... verdadero esfuerzo que hizo el Gobierno por garantizar la seguridad. El sanchismo necesita la confrontación, vive de secuestrar los altavoces para fabricar una sociedad dividida entre fachas que apoyan la masacre de Israel en Gaza y progresistas salvadores que defienden los derechos humanos. El populismo siempre presenta disyuntivas de brocha gorda para cavar las trincheras de la polarización y beneficiarse de una crispación prefabricada que ocupa todos los debates en plena escandalera judicial contra el Gobierno. Y los revolucionarios de salón, que son incompatibles con la democracia, le imponen siempre a la mayoría silenciosa la receta del garrotazo. Es impresionante la imagen de la eurodiputada y exministra Irene Montero liderando las algaradas. Vivir del sistema mientras se ataca al sistema es la apoteosis de la desfachatez. Pero como ellos tienen la razón suprema y consideran que el fin justifica los medios, como Maduro o Kim Jong-un, pueden tirar a los ciclistas y lo que les dé la gana. Basta con que el presidente decida cuál es la 'causa justa' para que la violencia tenga un pretexto. Que luego llegarán los voceros a repetir el mensaje: «¿Qué son cuatro vallas derribadas frente al asesinato de 18.000 niños en Gaza?». El siguiente paso será acusar a los policías antidisturbios de intentar poner orden. Ya está Pedro Almodóvar afinando el grito. La próxima Vuelta la retransmitirá él porque Perico Delgado ha tenido la osadía de criticar la violencia en la mismísima TVE. Le quedan literalmente dos telediarios.
Las manifestaciones a favor de Palestina son por una causa justa, pero ningún ataque violento a la libertad de otro lo es. Y hay otras muchas causas justas que el Gobierno ignora. ¿Por qué Irene Montero no se expresa con la misma vehemencia a favor del pueblo ucraniano? ¿Tiene algo que decir la izquierda sobre la matanza de cristianos en países como el Congo, Nigeria o Pakistán? ¿Los derechos humanos de quienes piensan distinto valen menos? Las causas justas no son ideológicas, son fácticas. Cuidado con la idea de que hay una «violencia legítima que trata de proteger un bien mayor» —Antón Losada dixit— porque esa frase la podría decir también Txapote. Pero de todo esto es muy difícil hablar en serio con los populistas, que rápidamente te colocan la pegatina de fascista. Estoy totalmente seguro de que ni Montero ni Sánchez tienen un sentimiento de empatía con los gazatíes superior al mío. Además, yo puedo decirlo limpiamente porque no busco votos. No tengo estrategia política. Sólo tengo principios. Abomino del exterminio de Israel en Gaza y rechazo la violencia en todas sus acepciones. Y le mando un abrazo a Perico Delgado, cuya libertad para decir lo que piensa quiero pagar con mis impuestos como pago la de Irene Montero.
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