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La aLBERCA

El cupo anti Montero

Además de destrozar la Constitución, el privilegio a Cataluña destroza a la candidata del PSOE en Andalucía

Alberto García Reyes

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Todo lo que le gusta a Pedro Sánchez es ilegal, es inmoral o engorda. En la presentación del acuerdo de financiación con Cataluña deberían poner como sintonía la canción de Pata Negra, que es la banda sonora del sanchismo. El Constitucional va de coche escoba ... limpiando los escombros del Gobierno en su tarea de demolición del Estado. El tentáculo político que preside y maneja Conde Pumpido ha perdonado a los socialistas el mayor latrocinio de la historia de España, ha metido a martillazos la amnistía en el sistema para que los independentistas sigan prestando sus votos a Sánchez y ahora tendrá que buscar otro argumento jurídico de saltimbanqui para legalizar la independencia fiscal catalana, que destroza las entrañas de la Constitución. El sanchismo no ha perdonado delitos contra la unidad nacional, ha borrado el tipo penal de la sedición, que es peor porque ha dejado el terreno allanado para que vuelvan a hacerlo, pero esta vez legalmente. Y encima va a financiar el dislate con nuestro dinero. La crítica no se la hago yo, se la hace la propia Carta Magna: «La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas». Ni la unión territorial ni el principio solidario valen tanto como su sillón. Pero es que además de ilegal, el privilegio a Cataluña en la recaudación de impuestos es inmoral porque es antiprogresista, rompe la igualdad, divide a los españoles en clases sociales en función de su lugar de nacimiento. Recitemos todos juntos el artículo 138: «El Estado garantiza la realización efectiva del principio de solidaridad consagrado en el artículo 2 de la Constitución, velando por el establecimiento de un equilibrio económico, adecuado y justo entre las diversas partes del territorio español». Estribillo: «Las diferencias entre los Estatutos de las distintas Comunidades Autónomas no podrán implicar, en ningún caso, privilegios económicos o sociales». Insisto, la crítica está en el texto literal de la ley.

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