el contrapunto
Sánchez se une al 'procés'
La amnistía supone la deslegitimación en bloque de la democracia y la asunción del discurso separatista
Habla el 'führer' catalán (4/9/23)
¿Y si Sánchez llega a decir 'sí'? (1/9/23)
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Iniciar sesiónSi Zapatero presume de su mal llamado 'proceso de paz', atribuyéndose de manera obscena el mérito de haber acabado con ETA, cuando lo que hizo fue permitirle rentabilizar cada uno de sus crímenes, Sánchez se ha propuesto superarle. Uno pagó un alto precio político a una banda de asesinos ... a cambio de que dejaran de matar, y el otro se dispone a hacer lo propio con una cuadrilla de golpistas que proclama, ufana, su determinación de reincidir. El presidente en funciones se une con armas y bagajes al 'procés', al otorgar una amnistía que supone la deslegitimación en bloque de nuestra democracia y la asunción del discurso victimistay supremacista que unos y otros, vascos y catalanes, esgrimen como justificación de sus desmanes y fundamento de la demanda de un trato 'diferente', es decir privilegiado, antes de emprender el camino de la secesión. Dado que esta pretensión ha movilizado a buena parte de la sociedad, decidida a oponerse a la voladura de España, los pilotos de este insidioso plan de demolición llevan tiempo erosionando las defensas de la nación por el procedimiento de utilizar todos los resortes del poder en el empeño de destruir los cimientos sobre los que se asienta: unidad territorial, igualdad entre sus ciudadanos, independencia de las instituciones y separación de los poderes del Estado. La primera víctima de esta ofensiva ha sido la verdad, como sucede en todas las guerras. Lo que escupen las fuentes oficiales socialistas desde hace tiempo es propaganda falsaria, que la realidad desmiente sistemáticamente con descarnada elocuencia sin que los embustes y contradicciones tengan el castigo que la decencia impondría. La portada que ayer publicaba ABC constituye un ejemplo perfecto de la desvergüenza imperante. Pero esto es solo el principio.
Zapatero y Sánchez coinciden en el propósito perseguido, que es la liquidación del régimen político consagrado en la Constitución, así como en los medios y peones empleados a fin de alcanzarlo. Tengo para mí, no obstante, que difieren en sus motivaciones. Si ZP actuaba movido por la cobardía, aliada a un revanchismo enfermizo anclado en la Guerra Civil y empeñado en reescribir la Historia, a Pedro le guía el odio a todo el que le plante cara y una ambición patológica que no retrocede ante nada. A partir de ahí, ambos han pervertido al PSOE hasta el extremo de ponerlo al servicio del independentismo y levantar de sus tumbas políticas a Felipe González, Alfonso Guerra, Joaquín Leguina e incluso Jordi Sevilla, ministro del primer traidor. Han convertido la Fiscalía General del Estado y ahora el TC en cómplices de su estrategia, a través de un mismo personaje, Cándido Conde-Pumpido, e igual hasta recurren de nuevo a la fundación Henry Dunant para mediar entre el Gobierno y Puigdemont, tal como ha exigido el prófugo a quien rinden pleitesía por mediación de Yolanda Díaz.Se han pasado al enemigo.
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