todo irá bien

Y tu vientre

El alcalde de Madrid tiene razón y la derecha ha de acostumbrarse a no rectificar en su lucidez

Mientras te estrangulan

04/10/2025 a las 19:00h.

El alcalde de Madrid está en lo cierto y el aborto tiene consecuencias físicas y sobre todo anímicas, morales y espirituales. Los que alguna vez hemos vivido cerca de este drama lo sabemos y nunca podremos olvidarlo. Ni soy médico para determinar si estas ... consecuencias –terribles– constituyen un síndrome, un trauma o cualquier otro término, ni me siento capacitado para dar lecciones a nadie sobre lo que tiene que hacer llegado el caso. Me gustaría poder decir más pero sería estafarlos y nunca ante ustedes he tratado de parecer mejor de lo que soy. Mi humanidad imperfecta, defectuosa y sobre todo débil me alcanza para llegar justo hasta esta frase.

Pero con la misma sinceridad he de decirles que pienso que el alcalde Almeida es razonable al decir que sería algo más que oportuno que las chicas que van a abortar, y sus familias, recibieran una información adecuada, sensible, entera, de lo que abortar significa para tu cuerpo y para tu alma. No es una coacción, no es una ideología, no es un señalamiento ni mucho menos un linchamiento. Es la prerrogativa benigna de un Estado que tiene que proteger el bienestar de todos. Abortar no es un derecho. Abortar no es una conquista social. Abortar no puede ser considerado un método anticonceptivo más. Abortar es una tragedia, es un agujero oscuro e insondable que cavas en tu vida y que no va a dejar de perseguirte. Nada más lejos de mi voluntad que angustiarte en tu sufrimiento pero aunque te cueste y te duela, como siempre que nos ponen ante el espejo, proteger tu libertad es darte toda la información antes de que te adentres por caminos de los que no se regresa sin que una parte de ti se pierda en las tinieblas.

La propaganda abortista es un crimen en sí misma. Es usar a las mujeres de carnaza. Y tu vientre. Es de una crueldad infinita frivolizar, minimizar, blanquear uno de los momentos más espantosos que seguramente conocerás. Es todas las categorías de la maldad jugar a hacerte creer que no tendrás remordimientos. La muerte no es inocua y menos cuando no es inocente. Cualquiera que pretenda convencerte de lo contrario es un fanático al que no le importa hacerte daño con tal de poder agitar su pancarta.

Nuestros actos tienen consecuencias y no aceptarlas no es ser más mujer ni más hombre, ni más libre, ni más valiente. Sólo en la plena conciencia de lo que somos y hacemos podemos ser agradecidos y generosos, y dar pleno curso a nuestro propósito. El alcalde de Madrid tiene razón y la derecha ha de acostumbrarse a no rectificar en su lucidez y a que no le pueden temblar las piernas cada vez que la izquierda la sitúa en el lado incómodo del debate. Si en cada asunto entregamos por cuatro votos a Jesucristo, a Pedro Sánchez le bastará con alborotar una carrera de bicis y reconocer a un Estado que no existe para volver a matarlo.