todo irá bien
Querido ministro
Si hoy podemos presumir de nuestro modo de vida alegre y libre es gracias a que el señor Montoro nos alejó del colapso
No es el Gamper, son 100 millones
Lamine Yamal, entre gánsteres y enanos
Equipo Económico, Montoro. Acento, Pepiño Blanco, Alfonso Alonso, entre otros. David Madí dejó la política cuando por fin logró poner a Artur Mas en la Generalitat y fundó Nubul. Que en España sea tan tenue la línea entre el lobby legítimo y el tráfico de ... influencias Europa lo ha señalado como fuente de opacidad y corrupción. Es legal que una consultora cobre por presionar en favor de que se legisle de una determinada manera pero el soborno no es legal, ni cobrar por cambiar leyes. ¿Qué pasó con el ministro Montoro? Como dice Feijóo, lo que haya que investigar, que se investigue.
Pero es elaborado, civilizado que cada época tenga su manera de acercarse al poder. ¿Sin lobbies qué hay? Angustia, desasosiego. Ahora lo miras desde el lado del resentimiento pero cuando tienes un incendio sueñas con mangueras. Montoro dejó Equipo Económico en 2008, antes de volver con Rajoy al Gobierno y Blanco creó Acento una vez dejó la política. ¿Son puertas giratorias? Bueno, las puertas giran y también las vidas de las personas. No es razonable condenar a un político a poder hacer sólo una cosa en su vida. Y uno que sólo sirve para alcalde de su pueblo, probablemente no sirva ni para alcalde de su pueblo.
Sobre el caso concreto de Cristóbal Montoro, que es quien más presupuestos ha firmado desde la recuperación de la democracia –cuatro como ministro de Hacienda de Aznar y siete como lo mismo del presidente Rajoy– veremos si ha cometido alguna ilegalidad. El terreno es resbaladizo pero él ha de poder defenderse y hay que presumir su inocencia. Lo que de momento sabemos seguro es que la bonanza de Aznar no fue ajena a sus presupuestos y que durante la era Rajoy consiguió que España no fuera intervenida y que nuestra economía se recuperara. Yo entiendo que es difícil sentir agradecimiento por un ministro que subió asfixiantemente los impuestos y que además lo hizo con una cierta chulería. Pero si hoy podemos presumir de nuestro modo de vida alegre y libre es gracias a que el señor Montoro nos alejó del colapso. Como finalmente no pasó nada, pocos entienden lo grave y penoso que habría sido. Yo sí me hago una idea. Y por eso te profeso mi gratitud, querido ministro, en mi nombre y el de mi familia.
Es democrático, y de democracia avanzada, que los ciudadanos no vean a la administración como el enemigo sino como un interlocutor. Y por supuesto hay que vigilar y castigar las trampas y los excesos. Si Cristóbal Montoro abusó de su cargo, que pague por ello. Pero incluso si algún día lo llevan preso, continuará siendo el autor de los presupuestos de nuestros años de mayor prosperidad y el ministro que nos salvó del rescate. Piensa en qué hiciste tú, que tanto gritas cada vez que hay un escándalo.