todo irá bien
Una pistola de agua
Es dramático que el PP en Cataluña quede a tanta distancia del PSOE. No se puede gobernar España sin Cataluña
El presidente Camps
Ídolos
Por cada voto que Vox gana, pierde uno el PP y se movilizan dos del otro lado, que decepcionados por los líos del presidente o la incompetencia de la extrema izquierda habían decidido quedarse en casa pero finalmente acuden a la urna asustados por ... la retórica incendiaria de Abascal. A Vox no le alcanza para gobernar pero sí para hundir en la contradicción y en la miseria a Alberto Núñez Feijóo, que cada vez que se acerca a ellos es acusado de fascista y cuando parece buscar alianzas con Junts y PNV se le tacha de traidor. De un lado, se mantiene don Alberto en lo de siempre del PP cuando está en la oposición: ganar votos en el resto de España haciendo tremendismo en Cataluña para atacar al PSOE por sus concesiones al independentismo. Del otro, una semana antes de cada elección importante, se le escapa algún tipo de guiño a Junts y PNV pero luego no tiene el carácter para mantenerlo y el partido tiene que salir a decir que lo han malinterpretado. No es malinterpretar a Feijóo decir que no desea gobernar con Vox. No es difícil de entender que sus grandes manifestaciones contra la amnistía puedan verlas sus votantes como una estafa si luego pacta fórmulas con Puigdemont y los vascos para una moción de censura o una investidura –como ahora se dice– transversal.
Pedro Sánchez, mucho más oportunista, y sin otro escrúpulo que el poder, es el primer presidente de España que asume que sus victorias en Cataluña compensan lo que en otras comunidades le hacen perder los indultos o la amnistía. PSC y PSOE capitalizan electoralmente tan controvertidas medidas, mientras los independentistas quedan beneficiados en lo personal pero anestesiados políticamente y en cada elección de desangran un poco más. Ya ni tienen mayoría absoluta en el Parlament.
Vox ha de decidir –y parece que ya ha decidido– si se mantiene en su actual fondo y forma o incorpora algo de vocación mayoritaria para que Feijóo pueda llegar a La Moncloa. Si se mantiene, subsistirá como partido pero el presidente Sánchez lo será cada vez con más comodidad porque ante cualquier chantaje le bastará con agitar el espantajo de Buxadé o Abascal y si adelanta las elecciones podrá volver a gobernar por el colapso que provoca la guerra fratricida en la derecha. Atentos a los resultados de las elecciones europeas: Sánchez salvará la piel gracias al resultado en Cataluña y los independentistas empatarán con el PP a casi 15 puntos de distancia.
Es humillante para el independentismo que el PP le empate. Es dramático que el PP en Cataluña quede a tanta distancia del PSOE. No se puede gobernar España sin Cataluña. No se puede concebir Cataluña sin España. No es adulto hacer política como si los cortes fueran limpios y el maximalismo sólo sirve para excitar a fanáticos y perder elecciones. La batalla cultural es una pistola de agua. Cuando desprecies a alguien asegúrate de que eres mejor y puedes ganarle.
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