La estrategia del miedo

La estrategia del presidente del Gobierno es el miedo. El miedo mediático consiste en usar a sus medios correveidiles para demonizar a Trump y llamarle fascista de todas las maneras posibles. La definición de un enemigo, normalmente inventado, es el primer objetivo de cualquier tiranía. Un enemigo al que estigmatizar, deshumanizar y con el que distraer la atención de tus barbaridades. A través del tam-tam anti Trump y del viejo, casposo y tercermundista antiamericanismo, demoniza también a Vox, por su cercanía con el el actual presidente de los Estados Unidos, pero no tanto porque Sánchez y sus periódicos pierdan el tiempo con la caza menor de Abascal sino para encochinar al Partido Popular y a Alberto Núñez Feijóo, cociendo a fuego lento el miedo a que «la extrema derecha» o «el neofascismo» gobiernen España. Puede que esta estrategia no esté dando frutos inmediatos pero a fin de cuentas tampoco hay elecciones convocadas y Sánchez atribuye la pujanza de PP y Vox en las encuestas a que los votantes socialistas están apáticos, dormidos, incluso molestos con los casos de corrupción, pero está convencido de que cuando se acerque la fecha electoral se activarán ante el miedo -debidamente fabricado- del falso fantasma de la vuelta del fascismo. Lo que le sirvió en julio de 2023 espera que vuelva a funcionar y más con Trump de fondo. Por eso en Davos se ofreció para liderar la batalla contra la «tecnocasta».

El miedo empresarial tiene que ver con la sustitución de Pallete aunque no exclusivamente: Pedro Sánchez, con sus nervios de acero y el cálculo de todos los escenarios, se ve perfectamente capaz de aguantar hasta 2027 y si convoca antes no será por agotamiento sino porque pensará que puede obtener mejores resultados. La brusquedad con que intervino en Telefónica es una puesta en escena deliberada: “al presidente” -dice un destacado dirigente socialista- “le molesta que sus interlocutores no le tengan miedo”. Pero el miedo también corre por dentro y este mayor control de Prisa -a través de la Telefónica de Marc Murtra- así como el nuevo canal de noticias de Movistar y de Contreras son aterrizajes que se prepara el marido de Begoña para continuar mandando desde fuera si algún día caen a peso sus enredos.

Es metáfora de la tragedia española que Sánchez tenga mucho más trabajado el miedo de perder el poder que Feijóo el del ridículo de continuar deshecho en el táper de las sobras.