Tiro al gordo

Claro que lo de batalla o lucha es una paletada. Como una larga enfermedad. Sin olvidar lo ridículo que resultó Óscar López cuando le preguntaron si había cobrado alguna vez en metálico del PSOE y contestó: «Yo creo que lo más importante es saber que la corrupción es el cáncer de la democracia». Anda, tira para la casa. Pero que cada uno hable como quiera. Ya lo despreciaremos sin que nos lo diga el Congreso.

Lo de cacería. Ha habido contra Mazón. Y cacería machista contra Maribel Vilaplana. Para otros habrá habido cacería contra el fiscal general del Estado. Y relacionado con esto, cacería contra Ayuso (qué tía, que ayer habló en la Asamblea de «este Gobierno y todos los caniches que tiene por debajo»).

Estamos escandalizados con la historia de los que pagaron por disparar a civiles en Sarajevo. Vuelve Azaña cuando decía que la mejor manera de guardar un secreto es escribirlo en un libro. Añado contarlo en un documental porque este asunto que investiga la Fiscalía de Milán salía en 'Sarajevo Safari' (2022), de Miran Zupancic. Aquí podemos usar cacería sin problema. Vamos sabiendo que había distintas tarifas según la persona asesinada. Un niño era más caro, luego venían los hombres armados y, en tercer lugar, las mujeres y los ancianos. Aunque los viejos podían salir gratis. No me extrañaría que los gordos, si los hubiese, fueran más baratos. Acertar a un blanco grande es más fácil. Nos cuenta Alandete que EE.UU. podrá denegar el visado a gente obesa, con cáncer o diabetes a partir de ahora. Quizás habría que tirotearlos en los aeropuertos. Y también a los caniches.