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vivimos como suizos

Signum crucis

Me da la impresión de que la Reina no haciendo la señal de la cruz en Santiago ha recibido más elogios que críticas

Rosa Belmonte

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A lo mejor la Ofrenda Nacional al Apóstol Santiago es un acto obsoleto. Pero si se hace... Cualquier día vamos a ir como en el entierro de Núria Feliu, donde la única bien vestida era la giganta Borràs, ahora suspendida como presidenta del Parlament y ... como diputada. Nunca he visto más pantalones cortos y prendas de ir a cazar ratas en una iglesia. Volviendo al 25 de julio, la mañana empezó con algunos echando de menos el chaqué del Rey y acabó con los reproches por que la Reina no había hecho la señal de la cruz. Pobre, siempre montándola en una iglesia. Aunque creo que ha habido más elogios que críticas. Si fuera una persona normal, se consideraría un acto de respeto ir a una ceremonia religiosa y, a la vez, un acto de libertad no hacer el gesto ritual. O sea, algo natural en un Estado no confesional. No como cuando un novio de la hija de la duquesa de Alba, y en una Nochebuena en Liria, se negó a ir a la Misa de Gallo en la capilla del palacio. No le fuera a caer un rayo por ir en contra de sus convicciones. Como una conocida que hace más de 20 años y a las dos de la mañana me dijo que no aceptaba que la llevara en taxi a su casa (de camino a la mía) porque iba en contra de sus principios.

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