Mejor cuatro pandemias

Ayer decía alguien donde Alsina en Valencia que prefería cuatro pandemias que «esto». Esto es lo que ha provocado la riada. Pese a las muertes que produjo la pandemia, pese al estado de alarma, pese al confinamiento, aquello no dejaba de ser algo civilizado. El desastre provocado por la naturaleza (más su parte de falta de prevención e intervención inmediata) es algo que alguien que vive en Valencia, en España, sigue sin poder creer. Ayer volvieron los niños al colegio en Paiporta entre aplausos y era algo tan excepcional como las 'Nueve de Little Rock' en 1957 cuando el gobernador de Arkansas movilizó a la Guardia Nacional para evitar que las chicas negras entraran en la escuela. Eisenhower federalizó la Guardia Nacional de Arkansas y envió a un millar de soldados. Las niñas accedieron a la escuela escoltadas. Ayer los niños accedieron al colegio escoltados por un pasillo de aplausos.

Puigdemont, desde Bruselas, ha exigido una cuestión de confianza a Sánchez porque «no es de fiar» y Junts ha registrado la petición en el Congreso. No sé, como para creerse que los diputados de Junts vayan a retirar su confianza en forma de voto. Otra cosa es la presión para conseguir lo que sea. Por ejemplo, que Sánchez no les siga engañando. De puta a puta, taconazo.

Siempre hay que ceder un poco ante los malvados, escribió Alain. También recordó al profesor Bile cuando este decía que el poder siempre pertenece a quienes lo reclaman, que de este modo se designan a sí mismos dignos de ejercerlo. Frente a la chatarrería política tramada por Sánchez y Puigdemont (que si tus 7 votos por la amnistía, que si a tomar por saco la igualdad entre los españoles), vivimos en una democracia. Defectuosa porque Sánchez ha sabido reclamar el poder derramándolo. Cree ser digno de ejercerlo frente a la gentuza de la derecha. Y en este trilerismo me siento segura. Es más civilizado que el vudú, la brujería y las riadas que producen Haitís.