Lentejas y carisma

Decía Gala a Concha Velasco que era una mujer «insobrellevable» en la vida privada. En privado o en público, Gala no era menos 'insobrellevable'. Lo que contó ayer Juan Cruz: «Una vez, siendo colaborador de 'El país', incurrió un texto mío en una errata, y le conté que con ese motivo íbamos a hacer una 'fe de erratas'. Me miró de arriba abajo y me dijo, como si lo tuviera escrito: 'Todo tú eres una errata'». Tiene gracia, porque algo así aventuraba Javier Salvago en 'El purgatorio'. Salvago fue guionista de Jesús Quintero. Y lo fue durante el programa «Trece noches'. Trece entrevistas en las que se veían casi a diario para revisar las preguntas. Tachaba algunas, pero a veces se le hacían a traición. «Manejando documentación descubrí que Antonio Gala daba la misma respuesta, palabra por palabra y hasta casi coma por coma, a las preguntas idénticas que le formulaban en entrevistas recientes o de cinco, diez o veinte años atrás». Como si en algún momento se hubiera hecho cien o doscientas preguntas y hubiera memorizado respuestas brillantes. Algunas que le hacía Quintero: «Señor Gala, ¿le queda algo por probar?». «Las lentejas». «¿Estuvo alguna vez en la frontera de la muerte?». «¿En la frontera? Estuve en San Juan de Luz, como mínimo». «Cuando escucha de un político decir que tiene carisma, ¿qué siente?». «Se me pone la carne de gallisna?

Recuerda Salvago lo que también escribió Juan Bonilla acerca de los golpes de crueldad de Gala. Cuando Stephen Hawking se llevó a todo el público en una conferencia en Sevilla y a él fueron a verlo cuatro gatos: «Ese señor lo mejor que tiene es el cuerpo». O cuando se enteró de que una dama de la alta sociedad se había declarado vegetariana: «Esa no pasará nunca de ser una herbívora». Según Salvago, conforme se iba haciendo mayor, Gala se iba volviendo cada vez más descarado y malhablado, como si todo le fuera ya importando un bledo.

23 de julio. Lo de Sánchez, el taimado audaz, va a ser de enfermería o de puerta grande. La carne de gallisna se me pone con esa manía de salir en la tele. En campaña, todavía más. Y encima, la presidencia de la UE.