VIVIMOS COMO SUIZOS
Golda Mirren
Lo que habría disfrutado la primera ministra israelí con una Thermomix
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Hoy se estrena 'Golda', película dirigida por el israelí Guy Nattiv y protagonizada por Helen Mirren. Justo ahora vienen a recordarnos el ataque de octubre de 1973 en el Yom Kipur, uno de los acontecimientos que marcaron su vida política (el otro fue el ... asesinato de once atletas israelíes en Múnich 72). Dice Helen Mirren que lo que más le ha sorprendido de Meir es que le encantaba todo lo que tuviera que ver con la cocina, con los aparatos revolucionarios que iban apareciendo. Mira, como a Greta Garbo, que compraba ollas a Betsy Blair, entonces mujer de Gene Kelly, para cocinar al vapor. Otra sueca, Ingrid Bergman, interpretó a Golda Meir para la televisión en su último papel antes de morir, 'Una mujer llamada Golda' (1982). Ya tenía el cáncer muy avanzado y un brazo como un «perro grandote», igual que ella.
Cuando se lo ofrecieron se echó a reír: «¿Cómo pueden pedirle a una sueca grandota, una sueca protestante, que interprete a Golda Meir?». Y eso que entonces, como sí le ha pasado a Mirren, nadie iba a criticar que la actriz que interpretara a la primera ministra israelí, no fuera judía. Pero director y productor la convencieron. Fue creíble hasta en la voz. Aunque aquí nos la perdimos cuando pusieron la miniserie en 1986. Bergman consiguió una gravísima y convincente voz. Ni Meryl Streep ha sido la primera en poner voces (Greta Garbo dijo que dejó el cine porque estaba harta de poner caras) ni Helen Mirren la primera en hacer bien de Golda (hasta Lynn Cohen está bien en 'Munich').
Cuando un político vive entre conflictos políticos semejantes, nos agarramos a lo menor. Ingrid Bergman estuvo investigando aspectos desconocidos de la primera ministra. Se enteró de que en sus últimos años se hacía la manicura y ponía las manos sobre las mesas de negociación más de lo necesario. Su secretaria también contó a la actriz que Golda Meir llevaba siempre el sujetador encima de la combinación. Pero no sabía por qué. E Ingrid lo copió. Ya veremos a Helen Mirren. Tengo que acabar con Billy Wilder y su cartel de «¿Qué haría Lubitsch?». ¿Qué haría hoy Golda?
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