VIVIMOS COMO SUIZOS
Como De Gaulle
Se puede humillar a Francia o a la mujer del presidente del Gobierno, según mercado
Hombres de paz
Cabras de sábado por la tarde
En un programa en el que estaba Nati Mistral, Agustín Bravo preguntó por qué Javier Bardem y Penélope Cruz eran tan simpáticos con los medios americanos y tan antipáticos con los españoles. «¡Porque son comunistas!», dijo Nati levantando el puño izquierdo para pasmo de los ... presentes. Pedro Sánchez no es comunista, pero también es muy simpático con los medios americanos. Hubo una rueda de prensa con periodistas españoles, aunque solo dio voz a RNE, El País' la Ser y elDiario. Las entrevistas fueron con Bloomberg, donde anunció que claro que se vuelve a presentar, o en la CNN con Christiane Amanpour, que le sacó los colores con Maduro. Unas entrevistas que a punto estuvieron de ser canceladas por «agenda». No sé, quizá la agenda judicial y familiar que contraprogramó la triunfal gira americana donde defendió la libertad de expresión (eso fue en la universidad de Columbia antes de la ONU).
El día de la entrevista con Pepa Bueno dijo que le encantaba hablar con los periodistas. Es cierto que no vamos a exigir a Sánchez a estas alturas que diga la verdad. También sabemos que a ningún político le gustan los periodistas. Eisenhower aprendió a la fuerza, cuando sólo era asistente de McArthur (y este tuvo que dispersar una manifestación), que había que mantener a los periodistas informados y ser amable, que si no escriben lo que quieren, siendo falso o no. De Gaulle despreciaba a los periodistas: «Recibir a un gran número de periodistas es un placer. A un número reducido, un fastidio. A uno solo de ellos, un suplicio». Podemos decir que Sánchez se parece a Trump (no dice lo que piensa, pero en muchas cuestiones piensa lo mismo, por ejemplo, sobre los que lo critican o sobre los jueces), pero también se parece a De Gaulle en eso de su gusto por los periodistas. Otro presidente francés, Sarkozy, ha sido condenado por la financiación libia de su campaña. Dice que va a ir a prisión con la cabeza bien alta pero que la sentencia humilla a Francia. Desde nuestro Gobierno señalan la premeditada intención que tiene el juez Peinado de humillar a la mujer de Sánchez.