vivimos como suizos

Conciencia

No hay ingenuidad posible en Bildu, sino creerse su propia mentira existencial

El actor Jorge Calvo tenía un espectáculo de cabaret titulado 'El difícil equilibrio', donde recitaba, entre otros, a Sonia y Selena. Muy campanudo, como José María Rodero interpretando el 'Calígula' de Camus, empezaba: «Yo quiero bailar toda la noche. Toda la noche. Baila, baila, bailando ... va. Baila, baila». Nunca me canso de ver a Óscar Puente en la Ser recitando una columna de Bustos que empezaba así: «Cuando Óscar Puente se levantó para ocupar la tribuna de oradores todo el mundo se sorprendió de que supiera caminar erguido». Y siguió leyendo que representaba «ese engorilamiento progresivo de la política española que está a cuatro plenos de retroceder del pinganillo al hacha de sílex». Y también lo hacía como Rodero, y eso que Rodero era de Valdepeñas y él de Valladolid. Puente argumentaba, no entendiendo el mundo que le rodea y al que contribuye, que él lo único que hizo ese día (cuando Sánchez lo mandó a contestar a Feijóo en la moción de censura) fue poner un espejo a la derecha. Un espejo que no lo refleja a él, como a los vampiros. No se ve reflejado porque si no habría recitado una columna mala, mal escrita, vulgar, que hay muchas con él de protagonista. Y no una brillante. Un tipo de Bildu, como señalaba también Bustos en su columna de ayer, hizo que nos pusiéramos de parte de Koldo, pese no estar de su parte. Un senador de Bildu que le soltó: «Ha dicho que tiene la concencia [sic] muy tranquila. ¿Podría decirnos entonces quién puede no tenerla?». A huevo: «Igual ustedes, ¿no?». Que habrá sido portero de discoteca, pero eso no le impide ver que el color verde es verde. Y supongo que no se trata de ingenuidad por parte del de Bildu sino de creerse su propia mentira existencial.