Cháchara

La escritora, cantante y activista Maya Angelou también hablaba. Y escribía maravillas como: «Yo sé por qué canta el pájaro enjaulado». Una de las cosas buenas de Instagram, pese a la adicción, es el rescate de viejas grabaciones. Entrevistas, conferencias. Si pillo a Maya Angelou, incluso ya muy mayor, me quedo. Qué carisma, que capacidad de hipnotizar con el verbo. También me pasa con Melody. Aunque el contenido sea el mismo que puede ofrecer Alba Carrillo, con quien también me quedo.

Wenceslao Fernández Flórez escribió de Alcalá Zamora que se pasó la vida suspirando por un ministerio. «Cuando a fuerza de discursos llegó a alcanzar su sueño dorado no supo qué hacer». Se preguntaba qué había hecho don Niceto todos esos años que tendría que haber utilizado en una formación sólida. «Hizo política. Conspiró en los pasillos del Congreso; dio aquí un codazo; allí, un empellón; más allá ensayó unas zancadillas; en el otro sitio, un halago; procuró cimentar una fama de buen orador… Naturalmente, esto no procura ningún especial conocimiento de las cuestiones de ningún ramo de la Administración pública».

La oratoria de Melody, que no sirve para llevar el ministerio de Fomento, como no le sirvió la suya a don Niceto, es como la mano de Brigitte Macron. Es un «calla, subnormal» con palabras redichas. Y mucho cuidado, que yo también tengo salud mental de esa.