vivimos como suizos
Las almejas
A la vista de la proposición de ley de amnistía, creo que pensar mal y escribir peor debería estar penado
Tomates (13/11/2023)
Putodefender España (7/11/2023)
A estas alturas, hasta las almejas saben que la palabra amnistía viene del griego 'amnestia', olvido o perdón. «Eso lo saben hasta las almejas» era la expresión que mi profesora de Derecho Penal decía cuando balbuceabas sobre lo preguntado en el examen oral. Sobre ... cosas banales como la extinción de la responsabilidad criminal o la teoría jurídica del delito. Banales para quienes tratan de convencernos de que la Tierra es plana y la amnistía redonda. A un amigo, otro amigo le reprochaba que escribía muy bien, pero pensaba muy mal. No si es sorprendente la redacción de la proposición de ley de amnistía. Pensar mal y escribir peor debería estar penado.
Titulares en la prensa. Que si la amnistía borra once años de Proceso. Que si Sánchez borra el 1-O de la Historia. También leo sobre la oscuridad que encierra la sumisión química. Que las agresiones de las que no hay recuerdo suponen mayor daño psicológico y más dificultades al denunciar. Sergi Pámies, volvemos a la amnistía, habla de manipular las convicciones. Y siempre hay que tirar de Elisabeth Loftus, eminencia en psicología cognitiva y la mayor especialista en recuerdos falsos. En 1994 mostró en un experimento que era capaz de convencer a una cuarta parte de los participantes de que se habían perdido de niños en un centro comercial. También estudió lo que decían los testigos en juicios basándose en lo que llama el paradigma de la información engañosa. Ha estudiado cómo las experiencias pueden verse alteradas en recuerdos de abuso sexual infantil que se recuperan más adelante.
Lo fascinante no es que los políticos en el ajo crean (o simulen creer) que la amnistía es mano de santo, más allá de ser el justiprecio vergonzoso (¡no vergonzante!) de una investidura, con todos mis respetos a los justiprecios de verdad. Lo fascinante de esta construcción (o manipulación) de las convicciones es que los simpatizantes de esa ideología tan fuerte llamada 'Que no gobierne la derecha' son como loros con los que no se puede discutir. Parece que han olvidado todo. O han creado recuerdos falsos a lo Loftus.