Vivimos como suizos
No abras tanto
No es generoso que la gente tenga casas que no comparte con los demás
Gente útil
El 'rooftop' del cordero
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónQue llegue la extinción. Menudo mundo 'overtonado' se nos está quedando. El de los okupas orgullosos y seguros de su derecho a la delincuencia. El de quienes consideran que Bildu es más respetable que Vox y Otegi un hombre de paz. Una extraordinaria inversión moral. ... La escala de aceptabilidad política, lugar común de Joseph Overton, tiene que ver con eso, con la política y con las ideas aceptables en un momento dado. Pero que quitarle la casa a alguien se considere aceptable, incluso razonable, no tiene un pase. No hay explicación política, sino de catadura moral. Casi espero ya de cualquier okupa un discurso tipo Sheik Ilderim, el de 'Ben-Hur', el dueño del carro y los caballos con los que Judah compite en la carrera: «Un solo Dios se entiende, ¿pero una sola mujer? Eso no es sabio. Ni generoso». No es generoso que la gente tenga casas que no comparte con los demás.
Durante el mes de agosto el País Vasco se están llenando de carteles a favor de ETA y sus presos. Lo normal. Ramiro González, diputado general de Álava, dice que se toleran para evitar la confrontación. Y como ha escrito Rogelio Alonso citando a Teresa Díaz Bada, la víctima en una localidad dominada por Bildu se siente obligada a asistir a las manifestaciones por la excarcelación de presos etarras para evitar un mayor señalamiento. «Metros y metros de carteles», dice la alcaldesa de Vitoria que han tenido que retirar cada día los operarios de limpieza durante las fiestas. Que la tolerancia ha sido cero. Por otro lado, las senadoras Pepa Pardo y Mari Mar Blanco han preguntado al Gobierno cuántos de los 421 actos de enaltecimiento de ETA del 2024 y de los 466 de 2023 «se han perseguido de oficio por el Ministerio Fiscal». A ver si aquí la tolerancia es otra.
Como dice María San Gil se trata de una sociedad enferma que homenajea a un tipo que ha salido de la cárcel, donde ha estado después de haber matado. Y en su pueblo le hacen una comida popular. No digo la comida que Sánchez hace a Otegi. Y como dice también San Gil, «mal el partido, mal los que les votan». Un partido legitimado y una democracia aguada.
Cómo están las cabezas y cómo ese estar se ha convertido en normal. O hacen luz de gas, concepto que pretenden enseñarnos quienes no crecieron viendo a Charles Boyer haciendo creer a Ingrid Bergman que estaba loca en la película de Cukor. Algo así es lo que dice Rufián para que dejemos de hablar de ETA. Si no mata, no existe. Soltó con toda su desfachatez de criatura televisiva que hay muchos jóvenes que votan a Bildu y no saben qué es ETA. El camino correcto es olvidar a ETA y recordar a Franco.
Estoy de Overton hasta la coronilla. Soy más de la señorita Brodie de Muriel Spark: «Quienquiera que haya abierto la ventana la ha abierto demasiado. Quince centímetros son perfectamente adecuados. Más es vulgar». E inmoral.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete