Arma y padrino
8M, ¿de todas?
Este nuevo feminismo, el de pancarta y batucada, gritón, revanchista y pinturero, es para mujeres que están hechas de otra pasta
El horror, el horror
Monedero puede
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Iniciar sesiónYa está aquí otra vez el 8M. Como en Navidad, vacaciones de verano o Semana Santa, yo ya estoy deseando que pase. Desde que dejó de ser el día de la mujer trabajadora y tener carácter festivo para pasar a ser el Día Internacional de ... la Mujer y convertirse en algo reivindicativo y feroz, contra el hombre y no con la mujer, solo voy por imperativo laboral. Y cada año es más complicado: parece sencillo que, si es el día de la mujer, se salga a la calle a celebrar a la mujer. Pero para eso es necesario, primero, definir el concepto. Y ahí está el problema y por eso hay dos marchas: una para la que la mujer es la hembra adulta del ser humano y otra para la que la mujer es, como dijo aquella, dejándose a sí misma fuera de la definición, «la persona que sufre de más violencia, más pobreza y más discriminación». Así que la primera saldrá bajo el lema 'Mujeres en lucha contra el machismo global' y la otra bajo 'Feministas antirracistas, ¡a las calles! Nos va la vida en ello'. Cada año, además, se reivindican más cosas: feministas abolicionistas, trans por Palestina, mujeres contra el borrado de las mujeres, por las disidencias sexuales racializadas, indigenistas por la democratización del agua… El año pasado había hasta un grupo de abortistas feministas antirracistas que me dejaron con más dudas que certezas. ¿Qué hace una abortista feminista antirracista? ¿Está a favor del aborto solo cuando es de futuros niños blancos? ¿O solo de los abortos si la embarazada es negra? ¿Qué pasa si la embarazada se considera hombre? ¿A favor o en contra? Porque no dice nada de su postura ante lo trans y me lío. Y este año, la cosa se pone interesante. Porque Podemos tiene reciente el caso Monedero y Sumar, el caso Errejón. ¿Irán las mujeres que ocultaron abusos a otras mujeres a gritar contra el heteropatriarcado histórico y estructural? ¿Encabezarán la manifestación Irene Montero e Ione Belarra, con un par, tras no ser capaces de tomar medidas en su propia formación contra intolerables conductas machistas? ¿Nos va a salvar Rita Maestre, que no fue capaz de ver lo que tenía metido en la cama? Y en la otra manifestación… ¿Volverá Begoña Gómez a marchar tras la pancarta, como mujer resuelta e independiente que vindica a la mujer trabajadora, ahora que está siendo investigada por su modo de conseguir el trabajo? ¿Es el nuevo «poner una cátedra» el viejo «poner una mercería y un piso»? A lo mejor tenía razón Carmen Calvo cuando dijo aquello de que el feminismo no era de todas, bonita, y no la supimos interpretar. A lo mejor a lo que se refería es a que este nuevo feminismo, el de pancarta y batucada, morado, gritón, revanchista y pinturero, es para mujeres que están hechas de otra pasta. Solo para las que son capaces de instrumentalizar un movimiento sin ningún escrúpulo en beneficio propio y sobredimensionar un problema real de manera irresponsable, olvidando a las verdaderas víctimas, para sacar rédito electoral.
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