Suscribete a
ABC Premium

PERDIGONES DE PLATA

El valor

Para reconocer cierta cobardía se necesita notable arrojo

Mamarrachismo viejuno

La pasta y los impuestos

Ramón Palomar

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Algunos preferimos militar en el bando de los cobardicas porque entendemos que, el miedo, es el fiel compañero que te impide cometer estupideces. Digamos que lo nuestro es una cobardía con retranca pespunteada por la justa y saludable desconfianza que nace de la inmortal boina. ... De todas formas, nos confesamos cobardes, también, por razones entre sentimentales y místicas, por jugar a la contra en este mundo plagado de corajudos de boquilla o de valientes de salón, bravos elementos que, luego, en cuanto sopla el viento desfavorable, gimotean sin pudor muy a lo Tartarín de Tarascón. En cualquier caso, para reconocer cierta cobardía se necesita notable arrojo.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia